Como se aprecia, no se trata de una disputa sencilla. Un aeropuerto, su ubicación, ampliación y construcción son asuntos que se deciden técnicamente considerando muchas variables y ello es responsabilidad de las autoridades técnicas nacionales; en otras palabras, el competente para decidir qué aeropuerto se hace y dónde, es el MTC. Así, una protesta, por más grande e importante que sea no decide la suerte de un aeropuerto. De ser así prevalecería lo político sobre lo técnico. Pero parecería que el gobierno, acorralado porque no es capaz de prever, explicar, decidir y sostener su decisión, vuelve a retroceder dándole la razón a los revoltosos y reiterando a la opinión pública que solo hace falta una marcha para que este gobierno ceda en sus posiciones.
Entendemos que las cosas a veces son más complejas de lo que parecen y que hay mucha información que sólo maneja el gobierno, pero lo que se aprecia de fuera es un gobierno que se deja asustar y chantajear por las protestas, sobre todo, cuando hay heridos. Hemos manifestado reiteradamente que no se trata de añorar un gobierno represor, pero lo peor es un gobierno donde no se respeta el Estado de Derecho y eso es lo que está pasando.
La descentralización demuestra una vez más sus inmensas debilidades. El presidente regional no es competente para intervenir en la decisión sobre el nuevo aeropuerto o la ampliación del existente. Puededar su opinión al MTC quien obviamente deberá escucharlo antes de tomar una decisión, y si lo que dice la región aporta en el camino de una solución que sería mejor para la comunidad, se deben incluir las buenas ideas. Ello no quiere decir ceder la competencia que a partir de la Constitución y las leyes tiene exclusivamente el MTC.
De nuevo un gobierno regional contra el Gobierno Central. De nuevo marchas y protestas con toma de carreteras y heridos. De nuevo sin responsables identificados. De nuevo el gobierno no aplica la ley arrestando a quienes toman carreteras. De nuevo el gobierno da marcha atrás cancelando los estudios del aeropuerto. De nuevo el gobierno demuestra impericia y debilidad. De nuevo una situación que aparece mal manejada. Y de nuevo, ojalá me equivoque.
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