Subir los tipos de interés es una
cosa. Pero reducir el balance es otra... muy distinta. Tanto, que del acierto a
la hora de decidir cuándo empezar a hacerlo y a qué velocidad dependerá en gran
medida la salida real de la crisis. Por eso la Fed… aún se cuida muy mucho de
dar un paso en falso en este terreno. El ajuste todavía puede esperar.
Al menos, eso es lo que ha
defendido… Janet Yellen, en la rueda de
prensa posterior a la reunión en la que la Fed ha vuelto a elevar el precio del
dinero. Lo ha hecho en un cuarto de punto, para situarlo en el 0,75%-1%, con lo
que ha cumplido las previsiones. Tampoco se ha apartado de ellas el hecho de
anticipar otros dos incrementos más para lo que resta de 2017.
Pero, por encima de los tipos, el
balance de la Fed se ha ganado ya un mayor protagonismo en esta cita. No es
para menos. En los momentos más crudos de la crisis, esos sufridos entre 2008 y
2013… el banco central estadounidense tiró de balance para luchar contra los
efectos de la tormenta financiera, la recesión, el desempleo y la amenaza
deflacionista. Lo infló como nunca, con los sucesivos programas de compras de
activos -QE1, QE2 y QE3-.
Su volumen así lo acredita. A
comienzos de agosto de 2007,… antes de que los principales bancos centrales del
mundo tuvieran que empezar a intervenir para reforzar la liquidez del sistema,
el balance se limitaba a 869.000 millones de dólares. Ahora, y desde la segunda
mitad de 2014, asciende a 4,5 billones de dólares…. No es una excepción… En el
caso del BCE, actualmente asciende a 3,83 billones de euros, cuando en agosto
de 2007 no pasaba de los 1,2 billones de euros.
LA AUTÉNTICA PRUEBA DEL ALGODÓN
Estos volúmenes y la influencia
que han adquirido en la lucha contra la crisis lo condicionan todo. Y
dificultan hasta el extremo el camino de vuelta. En este caso, construir
-dedicar miles de millones de dólares a comprar activos en el mercado- resultó
mucho más sencillo que destruir -dar marcha atrás a esas compras en el
balance-, una asimetría que certifica hasta qué punto han ido lejos los bancos
centrales con los experimentos monetarios a los que les exigió la crisis.
Yellen es consciente de que con
los tipos se la juega, pero es muchísimo más consciente de que el auténtico
Rubicón se encuentra en el balance. En cuándo empezar a reducirlo, en cómo
reducirlo y en el ritmo al que lo reduzca. Sabe que la economía y, sobre todo,
los mercados financieros pueden ser extremadamente sensibles al ajuste del
balance, puesto que ha sido su colosal ampliación la que ha financiado la
recuperación y… la que ha 'pagado' la fiesta alcista de Wall Street en los
últimos años y la históricamente reducida rentabilidad de los bonos
estadounidenses, que son los que más abundan en ese balance tras las
multimillonarias compras de los últimos años.
La propia Yellen ha destilado prudencia
sobre esta cuestión en la rueda de prensa. "Queremos tener confianza en la
economía antes de reducir el balance", ha confesado. Y no es poco, puesto
que viene a decir que confían lo suficiente como para someter a esa economía al
contraste que supone elevar los tipos, pero no lo bastante como para poner a
dieta el balance…
La sensibilidad con la que la Fed
trata esta cuestión ha quedado refrendada en el hecho de que Yellen ha admitido
que durante esta reunión se han discutido "varias ideas" sobre cómo
ajustar el balance, pero sin que se hayan tomado decisiones. Y ha dejado claro
que en ningún caso buscará coger a nadie por sorpresa. "La reducción del
balance será gradual y predecible", ha asegurado.
Por ahora, las quinielas de los
expertos oscilan entre la posibilidad de que la Fed inicie el adelgazamiento
del balance a finales de este año o de que lo deje ya para comienzos de 2018.
Antes, esperará para conocer de verdad el contenido de las políticas fiscales y
económicas de Donald Trump, cuya llegada ha sido clave en la generación de
expectativas inflacionistas y de crecimiento y, por tanto, en la aceleración de
la subida de los tipos. Y antes también, continuará testando cómo digieren la
economía y los mercados el "gradual" aumento de los tipos que está
recetando para ir normalizando las condiciones monetarias en EEUU. Y sólo
posteriormente, sólo cuando Yellen reúna evidencias suficientes de que la
recuperación económica es fiable, se atreverá con ese balance de 4,5 billones
de dólares. Como para no tenerle respeto con semejante tamaño.http://www.bolsamania.com/noticias/economia/mas-alla-de-los-tipos-yellen-aun-no-se-atreve-a-adelgazar-el-balance-de-la-fed--2576497.html
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