miércoles, 31 de octubre de 2012

(Editorial de El Comercio) Después de la batalla

La señora Villarán ha logrado desalojar el mercado mayorista de La Parada. Luego del sangriento e impactante desastre del jueves pasado, podría haber cedido y vuelto al “diálogo” –de hecho, en sus ambivalentes declaraciones desde Nueva York dio la impresión de que estaba contemplando con seriedad esa opción–. Sin embargo, no lo hizo. Insistió en imponer la ley y, finalmente, con una mejor operación por parte de la policía, logró hacerlo. Eso es algo que a nosotros nos alegra y por lo que la felicitamos con sinceridad. Que la señora Villarán hiciese muy bien en no rendirse pese a la hecatombe del jueves, empero, no quiere decir que ella no tuviese responsabilidad en la misma y, por lo tanto, en el altísimo costo que finalmente ha tenido el traslado a Santa Anita. La tuvo y muy grande, por dos motivos.

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