Muy preocupante que Colombia haya reaccionado así al fallo de La Haya en cuanto a lo que fue adverso en límites marítimos con Nicaragua. Uno acude a La Haya con el ánimo de respetar lo que salga de allí y un país amante de las leyes no puede patear el tablero y desconocer un fallo solo porque le fue desfavorable. Aparte de preocupante, peligroso, pues Santiago bien puede terminar apoyando a Bogotá y así matar dos pájaros de un tiro: a) curarse en salud para eventualmente desconocer una sentencia para ellos negativa en el contencioso que mantiene con nosotros, contando para ello con un vecino grande que limita al norte con nosotros, junto al poco confiable Ecuador; y b) romper todo este incipiente florecimiento de las relaciones colombo-peruanas, que tanto han mejorado entre dos países vecinos que siempre se han dado la espalda. ¿Era entonces injustificada la fama colombiana de ser una nación muy amante de las leyes? A mí me desagradan Ortega y el sandinismo, mientras que tengo simpatías por Santos y mayores aún por Uribe, pero esta pataleta colombiana es inadmisible. Nicaragua ganó y a respetarlo.
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