Coches autónomos, niños que saben
programar drones desde los diez años, robots en hospitales y construcciones
verticales… convierten a Singapur en un laboratorio de innovación… los
edificios ecológicos certificados representan más de una quinta parte de todo
lo que se ha edificado.
Johannesburgo
En 2008, esta fabulosa ciudad de
Sudáfrica llevó a cabo una evaluación de su vulnerabilidad en relación al
cambio climático con el fin de analizar todos sus impactos. Con iniciativas
como Green Bond (bono verde) han dado un paso de gigante hacia la dirección
correcta para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y para crear
transporte público solar.
Nueva York
A primera vista puede parecer que
es de las ciudades más contaminantes del mundo. Sin embargo, desde 2014 ha
implementado el plan denominado One City: Built to Last para mejorar la
eficiencia energética de 1 millón de edificios en Nueva York, gracias a la
inversión pública de edificios municipales y a los nuevos programas para
estimular la implementación de este tipo de iniciativas en el sector privado.
Wuhan
La ciudad más grande de la zona
central de China consiguió regenerar en 2012 el vertedero abandonado de Jinkou,
un espacio ahora limpio y sostenible. Pues bien, gracias a las políticas
gubernamentales, se han logrado recuperar estos terrenos contaminados, haciéndolos
fértiles de nuevo. Por todo ello, ha recibido el reconocimiento del C40 en la
categoría de Gestión de residuos.
Copenhague
… sorprende de… Copenhague la
integración de la bicicleta en el paisaje urbano. Visitantes, turistas y
nacionales utilizan la bicicleta en todas las facetas de la vida cotidiana. En
concreto, este medio de transporte sostenible ha contribuido a que la capital
danesa pueda presumir de ser una de las ciudades con uno de los niveles de C02
más bajos del mundo. Apuesta firme por la política medioambiental, y ello le ha
llevado a ser la capital verde europea en 2014, y designada por The Economist
Intelligence Unit como la capital más sostenible de Europa.
Toronto
La lucha por convertirse en la
ciudad más sostenible de América del Norte está dando sus frutos. Sus
estrategias y acciones están llevándola a lo más alto. Y es que, el Plan de
Acción de Cambio Climático para reducir en 80% las emisiones de gases de efecto
invernadero antes de 2050 suponen un gran paso para convertirse en la ciudad
verde por excelencia.
Reykjavik
Un país que se abastece casi al
completo por energías renovables no podía faltar en nuestra selección. En
concreto, la capital de Islandia se abastece de energía geotérmica que alumbra
casi el 95% de sus edificios. Pues bien, la revista Green Uptown eligió a
Reykjavik como la capital más verde del mundo, un premio que anima a la ciudad
a seguir por este camino de la sostenibilidad y las energías verdes.
San Francisco
Esta ciudad estadounidense cuenta
con una de las mejores iniciativas en materia medioambiental de EE.UU. La
prohibición en 2007 de las bolsas de plástico, y en 2015 la prohibición de las
botellas de plástico, ha contribuido a que los habitantes de San Francisco
puedan disfrutar de una de las ciudades más verdes de Estados Unidos.
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