domingo, 18 de noviembre de 2012
Fritz. Las medias tintas y los medios pelos
... es fundamental, a esta altura del partido, reflexionar no solo sobre lo bien que nos va sino, más importante aún, sobre lo que nos falta por mejorar. Para empezar, cuando uno ve el ranking mundial, ya sea de facilidad para los negocios o de competitividad, uno encuentra que parecemos un país esquizofrénico. Estamos en la élite mundial en protección de inversiones y en entorno macroeconómico, pero estamos al nivel de los africanos más atrasados cuando hablamos de infraestructura, educación, institucionalidad o de respetar contratos. En realidad, somos el único país del mundo en tener una brecha interna tan amplia entre nuestros indicadores. Usualmente, el nivel de desarrollo de una nación es relativamente uniforme. Pero, en nuestro caso, son enormes las diferencias entre los sectores que se modernizaron, al haber sido reformados, y aquellos que siguen siendo manejados como si siguiera la dictadura de Velasco.
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