Por Frank Hollenbeck . Junio 22, 2016
Reino Unido votará el jueves abandonar o mantenerse en la Unión Europea. Es el acontecimiento europeo más importante de este siglo, ya que probablemente tenga importantes efectos dominó para el resto Europa.
Una encuesta reciente mostraba que si Reino Unido pudiera mantener libre comercio con las naciones de la UE, el pueblo británico votaría abrumadoramente a favor de abandonar la UE. Para suscitar apoyo para mantenerse en la UE, el gobierno de Reino Unido e instituciones cuasipúblicas, como el FMI y la OCDE, han emitido continuas advertencias acerca de un divorcio de ese tipo. El FMI reiteraba recientemente su previsión de que el Brexit tendría un efecto negativo importante para la economía británica, con una caída del PIB de entre el 1% y el 9% a largo plazo.
La realidad es que el Brexit probablemente solo tenga un impacto inicial menor sobre el comercio o el PIB y, por el contrario, haya enormes posibilidades para el Reino Unido de aprovechar relaciones comerciales con otras regiones de crecimiento más rápido en el mundo, sin tener que llegar a complejos acuerdos comerciales que satisfagan los intereses creados de los otros 28 miembros de la UE.
El impacto del Brexit sobre el comercio se ha exagerado enormemente. En el mundo actual, un producto tiene piezas que provienen de todo el mundo. A un BMW se le califica como alemán solo por asociación histórica. En realidad, el acero de un BMW puede venir de Brasil o de China, el tapizado de Reino Unido, el motor de Francia y la electrónica de EEUU. Los costes laborales son solo un 10% de un automóvil y algunos incluso pueden ser trabajo extranjero. Asimismo, los beneficios se distribuyen entre los accionistas y bonistas de BMW y es más probable es que se envíen a un fondo de inversión en Japón que a un mecánico en Dusseldorf. El mundo está integrado económicamente de manera masiva. Un relativo libre comercio y libre movimiento de capitales ya no es una opción para la mayoría de los países, ya sea Reino Unido o cualquier otro país de la UE. ¡Ese barco partió hace años!
Las restricciones comerciales y los controles de capital ya no son una alternativa para los países: o se participa en la economía mundial, o se aceptan niveles de vida equivalentes a los de Corea del Norte o Venezuela. Así que NO se trata de si Reino Unido continuará comerciando con bastante libertad con la UE: lo hará, porque no hay otra alternativa, y lo mismo vale para los demás países de la UE. A pesar de las amenazas francesas de un Brexit sangriento, Alemania, que tiene el segundo mayor superávit comercial bilateral con Reino Unido tiene poco interés en iniciar una guerra comercial y lo mismo pasa con la mayoría de los intereses privados en el resto de Europa.
Las restricciones comerciales y los controles de capital ya no son una alternativa para los países: o se participa en la economía mundial, o se aceptan niveles de vida equivalentes a los de Corea del Norte o Venezuela. Así que NO se trata de si Reino Unido continuará comerciando con bastante libertad con la UE: lo hará, porque no hay otra alternativa, y lo mismo vale para los demás países de la UE. A pesar de las amenazas francesas de un Brexit sangriento, Alemania, que tiene el segundo mayor superávit comercial bilateral con Reino Unido tiene poco interés en iniciar una guerra comercial y lo mismo pasa con la mayoría de los intereses privados en el resto de Europa.
Si el gobierno de Reino Unido realmente me preocupara el comercio, tiene el poder para aumentar significativamente tanto sus exportaciones como sus niveles de vida. Solo tiene que eliminar cualquier impedimento a las importaciones. No debemos olvidar nunca las importaciones están e inextricablemente ligadas a las exportaciones. Lo que es verdad para una persona, también lo es para una nación. La capacidad de comprar (adquisición extranjera de exportaciones de Reino Unido) se liga a la capacidad de vender (adquisiciones de importaciones por parte de Reino Unido).
La historia de la humanidad es una lucha entre personas tratando de mantener sus libertades y gobiernos tiránicos tratando de quitárselas. La UE se creó para aumentar las libertades: la libertad de movimiento de bienes, capitales y personas. Como cabía esperar, ha evolucionado hacia una entidad que hace exactamente lo contrario, con multitud de normas y regulaciones que benefician sobre todo a las empresas del capitalismo de compinches a costa de las empresas de tamaño pequeño y mediano que no tienen los recursos para superar todos los obstáculos de la UE para llevar un producto al mercado. Además, la UE va en la dirección equivocada: la de limitar las libertades. Recientemente estableció un código de conducta para limitar lo que considera discurso ilegal del odio. Este código es tan vago podría incluir casi todo, incluyendo críticas a la UE. Si esto nos resulta familiar, debería ser así. Se llamaba “ministerio de la verdad” y estaba en 1984 de Orwell.
Si Reino Unido vota abandonar la Unión, la UE perdería una fuente importante de ingresos, ya que Reino Unido paga una cantidad neta en torno a los 136 millones de libras a la semana e históricamente ha pagado más a la UE de lo que ha recibido de ella. Como la UE ya tiene facturas sin pagar por 19.600 millones de libras, encontrará muy difícil hallar recursos adicionales de países con problemas de efectivo como Francia, Italia o España, cuyos ratios de deuda con respecto a PIB ya están por encima del 100%. Con una mayor tasa de contribución, Alemania se verá obligada a financiar una mayor parte del presupuesto de la UE y puede resultarle difícil cubrir a aquellos países que puedan pronto ser incapaces de asumir su parte de la financiación. Por ejemplo, Grecia en realidad no contribuye en nada alpresupuesto de la UE, ya que Alemania cubre la mayoría de sus contribuciones indirectamente a través de préstamos de la UE a Grecia. Lo mismo es probable que ocurra cuando España o Italia entren en problemas.
Alemania ya envidia a decisión británica de no participar en la unión monetaria. Lamenta haber perdido el control monetario de su divisa. Si el Brexit tiene éxito, Alemania encontrará atractiva la opción de recuperar el control sobre sus políticas monetarias y regulatorias. Puede que estemos hablando dentro de poco de un Germanexit. Pero, sin Alemania, de la UE sería entonces una no entidad: ¡adiós, no os echaremos de menos!
La historia de la humanidad es una lucha entre personas tratando de mantener sus libertades y gobiernos tiránicos tratando de quitárselas. La UE se creó para aumentar las libertades: la libertad de movimiento de bienes, capitales y personas. Como cabía esperar, ha evolucionado hacia una entidad que hace exactamente lo contrario, con multitud de normas y regulaciones que benefician sobre todo a las empresas del capitalismo de compinches a costa de las empresas de tamaño pequeño y mediano que no tienen los recursos para superar todos los obstáculos de la UE para llevar un producto al mercado. Además, la UE va en la dirección equivocada: la de limitar las libertades. Recientemente estableció un código de conducta para limitar lo que considera discurso ilegal del odio. Este código es tan vago podría incluir casi todo, incluyendo críticas a la UE. Si esto nos resulta familiar, debería ser así. Se llamaba “ministerio de la verdad” y estaba en 1984 de Orwell.
Si Reino Unido vota abandonar la Unión, la UE perdería una fuente importante de ingresos, ya que Reino Unido paga una cantidad neta en torno a los 136 millones de libras a la semana e históricamente ha pagado más a la UE de lo que ha recibido de ella. Como la UE ya tiene facturas sin pagar por 19.600 millones de libras, encontrará muy difícil hallar recursos adicionales de países con problemas de efectivo como Francia, Italia o España, cuyos ratios de deuda con respecto a PIB ya están por encima del 100%. Con una mayor tasa de contribución, Alemania se verá obligada a financiar una mayor parte del presupuesto de la UE y puede resultarle difícil cubrir a aquellos países que puedan pronto ser incapaces de asumir su parte de la financiación. Por ejemplo, Grecia en realidad no contribuye en nada alpresupuesto de la UE, ya que Alemania cubre la mayoría de sus contribuciones indirectamente a través de préstamos de la UE a Grecia. Lo mismo es probable que ocurra cuando España o Italia entren en problemas.
Alemania ya envidia a decisión británica de no participar en la unión monetaria. Lamenta haber perdido el control monetario de su divisa. Si el Brexit tiene éxito, Alemania encontrará atractiva la opción de recuperar el control sobre sus políticas monetarias y regulatorias. Puede que estemos hablando dentro de poco de un Germanexit. Pero, sin Alemania, de la UE sería entonces una no entidad: ¡adiós, no os echaremos de menos!
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