A partir del comunicado de la FED, los agentes de mercado empezaron un proceso de toma de utilidades en la mayoría de la clase de activos; que se acentuó tras los comentarios de su Presidente, Ben Bernanke. A diferencia de instancias anteriores esta vez hubo dos votos disidentes en el Comité Abierto, pero por razones distintas, como analizaremos a continuación. En su intervención verbal el Presidente de la FED entregó un par de nuevos lineamientos acerca del programa de liquidez dejando en claro de que toda la política vendrá claramente determinada por la evolución económica del país. Ante ello ambos, el Dow y S&P 500, bajaron en torno a -1.4% buscando niveles intermedios de 15,115 puntos y 1,630 puntos, respectivamente, mientras que la toma de utilidades en los bonos soberanos fue fulminante...
Partamos delineado que la FED pronosticó una menor tasa de expansión económica (entre 2.3% a 2.6%) para el 2013 para luego ver una reactivación en el 2014 hacia 3.3%. En términos de la tasa de desempleo estiman que ésta cederá hacia 7.2% hacia finales de año para luego seguir bajando a la meta de 6.5% hacia finales del 2014. Finalmente, cualquiera sea la medida inflacionaria ésta sólo volverá a la meta rango de 2% el año 2015. Entre tanto la mayoría de los miembros estaría optando por subir la tasa de política monetaria a partir del año 2015 una vez la tasa de desempleo se haya encaminado por debajo de la meta. Todo hasta era prácticamente un escenario similar al presentado en reuniones anteriores añadiendo en su comunicado, por ahora, que los riesgos asociados al mercado laboral continúan cediendo. Sin embargo, James Bullard, que por lo general se ha alineado con una postura más equilibrada, votó en contra del Comité esgrimiendo que éste debía abordar el tema de la baja inflación de manera más agresiva. Con ello indicando su desacuerdo de los comentarios que daría Bernanke un par de minutos más tarde. El segundo voto disidente fue de Esther George quien se encuentre preocupada de los desbalances que podría estar engendrando la laxa política monetaria.
Pero he aquí lo nuevo delineado por las autoridades monetarias, y que generó consternación. Por un lado, la FED ha señalado que no pondrá a la venta los inventarios de bonos inmobiliarios que tiene actualmente y que seguirá reinvirtiendo los vencimientos independientemente de lo que ocurra con el programa de liquidez. Adicionalmente, Bernanke, trató de explicar, de forma elocuente, como sería el recorte del programa asociándolo directamente a la tasa de desempleo. En su ejemplo determinó que si la tasa de desempleo cediese hacia 7% a finales de año el programa de liquidez, (actualmente de US$85 mil millones mensuales), se recortaría gradualmente hasta cero a mediados del año 2015. Para ello, y al igual que en nuestra editorial de hace un par de semanas atrás, Bernanke utilizó la analogía del acelerador. Señalando que la FED no pondría ningún freno sino que dejaría de pisar el acelerador a fondo. Ello fue razón suficiente para que la toma de utilidades fuese general. Pero he aquí donde vino la confusión y es que ante una pregunta periodística acerca de las tasas el Presidente de la FED quedó sin mucha explicación. En ella le preguntaron si es que la reciente alza en tasas se debía a una mejora en la economía o mayor riesgo. Simplemente porque esta alza no estaba asociada al stock de inventario que mantiene la FED en su balance sino que a venta de terceros. Su respuesta fue confusa y breve sin dar una clara respuesta, lo que se tradujo en el salto en las tasas. En conclusión, a este punto la FED ha esgrimido el interés de ir recortando su programa de liquidez, siendo este el único camino visible en el mediano plazo, y ha determinado una serie de metas económicas para ir senalandolo.
Partamos delineado que la FED pronosticó una menor tasa de expansión económica (entre 2.3% a 2.6%) para el 2013 para luego ver una reactivación en el 2014 hacia 3.3%. En términos de la tasa de desempleo estiman que ésta cederá hacia 7.2% hacia finales de año para luego seguir bajando a la meta de 6.5% hacia finales del 2014. Finalmente, cualquiera sea la medida inflacionaria ésta sólo volverá a la meta rango de 2% el año 2015. Entre tanto la mayoría de los miembros estaría optando por subir la tasa de política monetaria a partir del año 2015 una vez la tasa de desempleo se haya encaminado por debajo de la meta. Todo hasta era prácticamente un escenario similar al presentado en reuniones anteriores añadiendo en su comunicado, por ahora, que los riesgos asociados al mercado laboral continúan cediendo. Sin embargo, James Bullard, que por lo general se ha alineado con una postura más equilibrada, votó en contra del Comité esgrimiendo que éste debía abordar el tema de la baja inflación de manera más agresiva. Con ello indicando su desacuerdo de los comentarios que daría Bernanke un par de minutos más tarde. El segundo voto disidente fue de Esther George quien se encuentre preocupada de los desbalances que podría estar engendrando la laxa política monetaria.
Pero he aquí lo nuevo delineado por las autoridades monetarias, y que generó consternación. Por un lado, la FED ha señalado que no pondrá a la venta los inventarios de bonos inmobiliarios que tiene actualmente y que seguirá reinvirtiendo los vencimientos independientemente de lo que ocurra con el programa de liquidez. Adicionalmente, Bernanke, trató de explicar, de forma elocuente, como sería el recorte del programa asociándolo directamente a la tasa de desempleo. En su ejemplo determinó que si la tasa de desempleo cediese hacia 7% a finales de año el programa de liquidez, (actualmente de US$85 mil millones mensuales), se recortaría gradualmente hasta cero a mediados del año 2015. Para ello, y al igual que en nuestra editorial de hace un par de semanas atrás, Bernanke utilizó la analogía del acelerador. Señalando que la FED no pondría ningún freno sino que dejaría de pisar el acelerador a fondo. Ello fue razón suficiente para que la toma de utilidades fuese general. Pero he aquí donde vino la confusión y es que ante una pregunta periodística acerca de las tasas el Presidente de la FED quedó sin mucha explicación. En ella le preguntaron si es que la reciente alza en tasas se debía a una mejora en la economía o mayor riesgo. Simplemente porque esta alza no estaba asociada al stock de inventario que mantiene la FED en su balance sino que a venta de terceros. Su respuesta fue confusa y breve sin dar una clara respuesta, lo que se tradujo en el salto en las tasas. En conclusión, a este punto la FED ha esgrimido el interés de ir recortando su programa de liquidez, siendo este el único camino visible en el mediano plazo, y ha determinado una serie de metas económicas para ir senalandolo.
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