El gobierno ha iniciado los últimos días una maniobra destinada a romper la soledad en la que estaba. El viernes, el presidente Ollanta Humala anunció que no indultaba a Alberto Fujimori. Antes, el lunes había convocado a una reunión en Palacio para tratar la demanda peruana ante la Corte de La Haya. Y el martes invitó a los empresarios a un inusual desayuno. Humala y Nadine Heredia se habían dado cuenta –un poco tarde– de que su situación se estaba complicando, y han reaccionado. La desaceleración de la economía, la persistente caída en las encuestas, la retracción de las inversiones, el aumento de la desconfianza empresarial, el enfrentamiento violento con varios partidos políticos sobre todo por la reelección conyugal y las denuncias de espionaje político son los factores que han preocupado intensamente a la pareja presidencial y los ha inducido a tratar de revertir el aislamiento. ...
En síntesis, la idea es dividir a los partidos políticos evitando que se forme un amplio frente de afectados, aislando a los irreductibles, al tiempo que se establece una relación directa con los empresarios y se continúa aumentando presupuesto a los programas sociales para consolidar una amplia clientela popular. Esa es la fórmula ganadora –cree la pareja presidencial– de las elecciones del 2016...
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