O'Brien advirtió que más protestas y tensión social por la mina puede retrasar aún más los trabajos, que consideran una inversión de US$5.000 millones. El lugar del yacimiento, en la región de Cajamarca, ha sido escenario de violentas protestas en las que han muerto al menos cinco personas. "Debo advertir de nuevo que los disturbios en la comunidad y las protestas pueden retrasar más los avances de esas actividades", añadió.
Los críticos del proyecto dicen que contaminará las aguas locales y afectará su suministro, mientras que el presidente de Perú, Ollanta Humala, ha respaldado la iniciativa porque generará empleos e ingresos para las arcas fiscales. El ejecutivo dijo que sigue trabajando con el gobierno del país andino y que apoya el plan de inclusión social de Humala. "Conga sigue en nuestros planes pero avanzamos de una manera muy comedida", agregó. Newmont se ha enfocado en construir reservas adicionales de agua y completar las instalaciones del campo y de ingeniería.
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