1.- Pufo del déficit: 25.000 millones
El Gobierno de Zapatero se había comprometido con la UE a
finalizar 2011 con un déficit del 6%. Días después de llegar al Gobierno, Rajoy
se encontró que era del 8%, y a día de hoy ha terminado siendo del 8,9. El
presidente aseguró el 2 de abril ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP que
el año pasado «gastamos 25.000 millones de euros más de aquellos que nos
habíamos comprometido con nuestros socios de la UE». Además, se gastaron 90.000
millones de euros más de lo que ingresamos. Al incumplirse
el objetivo de déficit, hay que ahorrar
18.000 millones de euros más de lo previsto. Esto se
traduce en más ajustes. En este incumplimiento del déficit se sitúan gran parte
de los males, en forma de recortes, que acechan a España. Desde 2008 se
encuentra dentro de los países europeos en procedimiento de déficit excesivo y
la decisión del Ecofin de relajar las previsiones de déficit para 2012 (del 5,3%
al 6,3), 2013 (del 3 al 4%) y llegar al 2014 con el 3%, está supeditada a la
subida del IVA, la reforma de las administraciones y los demás ajustes
aplicados por el Gobierno.
2.- Pufo financiero: 62.000 millones
De aquella afirmación de Zapatero en Nueva York en septiembre de
2008 de que «tenemos uno de los
sistemas financieros más sólidos de la comunidad internacional» a la petición de una ayuda financiera
de hasta 100.000 millones de euros a la UE, solo distan cinco años. Aquel
«optimismo antropológico» del expresidente le impidió ver la realidad de un
sector que se desangraba y que, a día de hoy, y según los informes de los
expertos, necesitará, al menos, una inyección económica de 62.000 millones de
euros. Ha sido necesario nacionalizar Bankia, que necesitará unos 20.000
millones de euros para sanearse, a riesgo de que arrastrara en su quiebra la
credibilidad del sistema financiero; así como Novagalicia, Catalunya Caixa y
Caja de Valencia. El crédito concedido por el BCE está condicionado a cierre de
sucursales e incluso de los bancos que no sean rentables.
3.- Pufo sanitario: 16.000 millones
La deuda que arrastra el sistema sanitario español se eleva a
los 16.000 millones de euros. Desde
2003, esta deuda ha crecido un 17%, pasando de 3.000 millones a los 16.000
que se deben en la actualidad. Una hemorragia que no ha sido
evitada y que ha puesto en peligro la asistencia sanitaria gratuita. Uno de los
mayores problemas del sistema es el gasto farmacéutico. Algunos datos
demuestran el escaso control que ha habido sobre la dispensación de
medicamentos. Se ha detectado que 200.000 personas, sin ser
pensionistas y estar en activo, tienen una tarjeta sanitaria. La
solución para poder equilibrar el sistema ha sido la aplicación del copago
farmacéutico y un mayor control de la asistencia sanitaria a los inmigrantes
sin papeles, intentando cortar así el turismo sanitario, la gente que venía a
España solo para recibir asistencia sanitaria. En lo que se refiere a la Ley de Dependencia,
se han contabilizado 2.724 millones más de la financiación prevista y 225.000
dependientes más de la estimación realizada.
4.- Pufo en infraestructuras: 20.730 millones
La deuda total de las infraestructuras ferroviarias es de 20.730
millones de euros, según dio a conocer la ministra de Fomento, Ana Pastor, el
pasado viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Solo
Renfe tiene una deuda de 5.200 millones; Feve (Ferrocariles Españoles de Vía
Estrecha) 530 y unas pérdidas de 150, y Adif
(Administración de Infraestructuras Ferroviarias) 15.000. En
España hay 176 estaciones con
menos de un viajero al día y 52 servicios con
una ocupación por debajo del 15%.
5.- Pufo eléctrico: 24.000
millones
Rajoy ha calificado de «descomunal» el problema que arrastra el
sector eléctrico «porque nos han dejado una deuda de 24.000 millones de euros».
Para intentar solucionarlo «hemos
tenido que subir la tarifa de la luz».
6.- Pufo
en las empresas públicas: 56.000 millones
Las cuatro mil empresas públicas, fundaciones y consorcios que
tienen las tres administraciones públicas acumulan una deuda de 56.000 millones de
euros, de los que 32.000 corresponden a las empresas estatales; 13.870 a las
autonómicas y 9.328 a las locales. El Gobierno ha
insistido en la necesidad de eliminar una gran parte de estas empresas, que
cuestan 200.000 millones al año. Las Autonomías se resisten y en el primer
trimestre del año solo han cerrado dos.
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