Cuando se habla del éxito
económico de Alemania parece imposible no nombrar empresas como BMW, Siemens o
Bayer; grandes multinacionales que facturan miles de millones de euros y llevan
la marca Made in Germany por medio mundo. No obstante, las empresas pequeñas y
medianas, esas grandes desconocidas, parecen haber adelantado en rentabilidad a
estos gigantes en los últimos años.
Pymes como Rimowa, Jungbunzlauer
o Strama-MPS son algunas de estas pequeñas firmas privadas, que en muchos casos
no tienen ni que publicar sus balances y resultados ante los reguladores
germanos, que están obteniendo unos márgenes de beneficio por encima de las
grandes multinacionales germanas.
Según publica Harvard Business
Review con datos de la Asociación Bancaria Alemana, el año pasado las empresas
medianas tuvieron unos márgenes de beneficio del 7,3%. Por el contrario, las
110 compañías más grandes de Alemania obtuvieron de media un margen del 6,3%.
Además, este éxito no tiene un
recorrido corto, o al menos eso parece. Las 300.000 empresas de las que maneja
datos dicha asociación bancaria han más que duplicado sus beneficios en los
últimos 13 años.
¿Qué hace diferente a estas
firmas?
Una de las estrategias que más
han ayudado a estas empresas en los últimos ejercicios es su punto de vista
global, a pesar de su tamaño buscan competir en los mercados internacionales
luchando contra gigantes.
Al contrario que en otros países,
los dirigentes de estas firmas nunca piensan a corto plazo. Primero está la
empresas y su competitividad, cuando esto se haya logrado llegará el momento de
redistribuir beneficios, pero mientras tanto, estos ingresos se intentas
reinvertir para mejorar el producto o servicio que la empresa fabrica o da.
Además, para los dirigentes es importantes mantener un alto nivel de patrimonio
neto y capital propio, lo que evita problemas financieros a las empresas.
Por otro lado, el trato al
trabajador es otra de las claves. El jefe debe ser cercano, conocer en
profundidad las necesidades de su empleado, colaborar con él e intentar
retenerle en la empresa, para no perder la inversión realizada por la firma en
aprendizaje y adquisición de habilidades. Algunas firmas medianas tienen una
tasa de rotación de su plantilla de menos del 2%, para aprovechar al máximo el
aprendizaje producto de la experiencia de sus empleados.
Por último, resulta vital
establecer metas muy ambiciosas para la empresa y sus empleados. Este tipo de
gestión orientada hacia el trabajador alimenta el espíritu de los empleados.
Cada trabajador tiene una responsabilidad que debe sentir como suya propia, sin
su trabajo la meta global de la firma es inalcanzable, de este modo se logra la
plena colaboración de los empleados y todo su compromiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario