Su favorable fiscalidad, su capacidad para atraer inversión
foránea y su enorme capacidad exportadora explican la sólida recuperación
irlandesa.
Recibíamos hace escasas fechas la increíble noticia del
crecimiento económico que experimentó Irlanda el pasado 2015, un 26,3%. Al
tratarse de una cifra tan asombrosa, muchas personas trataron de restarle
relevancia achacando este histórico resultado a factores tales como las
multinacionales que operan fuera del país, pero que tienen su sede en Irlanda
por los beneficios fiscales que ofrece a las empresas.
Esto abre un debate más amplio: ¿Se ha basado en este factor
la rápida recuperación de la economía irlandesa? ¿Debe Irlanda su riqueza a las
multinacionales? ¿Esta recuperación ha venido acompañada de una mejora en las
condiciones de vida de los irlandeses?
Para que la respuesta a la primera pregunta fuera sí, el
Producto Nacional Bruto (PNB) debería, al menos, haberse mantenido constante
desde el inicio de la recuperación en 2013 o haberse reducido, sin embargo, ha
experimentado un crecimiento del 27%. En concreto, su crecimiento en 2015 fue
del 18,6%, lo que disipa las dudas sobre la primera pregunta.
Otro dato que refuerza la idea de que los irlandeses no han
ganado su riqueza sencillamente esperando a que sus bajos impuestos atraigan a
las empresas (algo que sin duda ha ayudado y es positivo) es su balanza
comercial.
Ésta no solo es positiva (lo que indica que exportan más de
lo que importan), sino que en el último año ha mejorado su resultado positivo
pasando de 34.600 millones de euros a más de 80.000, gracias al vertiginoso
ascenso de las exportaciones del país, que han pasado de suponer 219.790
millones en 2014 a 317.197 en 2015, lo que supone un aumento del 44%.
Además, hay que resaltar que este dato no es el primero que
ilustra que Irlanda está saliendo de la crisis consolidando un modelo
exportador capaz de satisfacer la demanda de los mercados internacionales, ya
que la balanza comercial también mejoró de 2010 a 2014, pasando de 27.870 a
34.608 millones de euros.
Para contestar a la tercera pregunta empecemos por ver la
evolución de la tasa de paro en Irlanda. Ésta se ha reducido del 10,2% en 2014
al 8,9% a cierre de 2015, lo cual supone una caída del 13% en términos
relativos. Además, el paro también bajó en términos absolutos en 25.400
personas durante 2015, lo que supone una reducción similar del 11,6%.
Llegados a este punto, y sabiendo que el Gobierno Irlandés
ha decidido rebajar el Impuesto de Sociedades al 6,25%, cabe preguntarse
también si esto tendrá efectos positivos sobre la economía irlandesa.
Para tratar de responder a esta pregunta debemos retroceder
hasta 1995, cuando Irlanda decidió bajar el Impuesto de Sociedades al 12,5%,
tipo impositivo que se había mantenido hasta ahora. Para empezar, veamos sus
efectos sobre la inversión extranjera en el país. En el siguiente gráfico se
aprecia claramente que el despegue de la inversión extranjera en Irlanda vino
de la mano de esta histórica rebaja fiscal a las empresas, pasando de tasas
menores al 5% en las décadas anteriores a 1995 a resultados que superaban el
20% en los años posteriores, alcanzando su máximo histórico el año pasado, con
más de un 50%.
Sabiendo esto, es razonable pensar que la nueva rebaja tiene
muchas posibilidades de actuar como un imán para la inversión extranjera, lo
que redundará en una mejora económica del país.
Además, hay que preguntarse cómo evolucionó el PIB desde esa
rebaja fiscal respecto al resto de países europeos. Si se compara el PIB per
cápita de Irlanda, Francia, Reino Unido, Alemania y España desde 1970 a 2015,
se observa cómo en 1970 Irlanda partía en último lugar, incluso por debajo de
España, pero a partir de los 90 comenzó un vertiginoso ascenso que hizo que
superase a sus vecinos europeos a partir del 2000.
De hecho, incluso en los peores años de la crisis, mantuvo
su liderato. Este sustancial aumento del PIB per cápita, propiciado, sin duda,
por el aumento de la inversión, gracias a los bajos impuestos, muestra un
futuro halagüeño para la isla en los próximos años.
Pese a estos datos, nos encontramos con el mismo problema
que al principio ¿Qué parte de este crecimiento se debe a agentes nacionales
produciendo en el extranjero? Para resolver esta incógnita no tenemos más que
cambiar los datos de PIB per cápita por los de Ingreso Nacional Bruto per
cápita para un periodo muy similar (1972-2015).
En este caso, las diferencias iniciales eran mucho menores, pero éstas se hicieron más visibles en los años previos a 1995, estando Irlanda compitiendo con España por el último puesto de la lista, a una gran distancia del resto. Sin embargo, el despegue económico registrado desde 1995 también es evidente usando este indicador, pese a que en los años más duros de la recesión Irlanda perdió su primer puesto para, posteriormente, recuperarlo en 2015.
En este caso, las diferencias iniciales eran mucho menores, pero éstas se hicieron más visibles en los años previos a 1995, estando Irlanda compitiendo con España por el último puesto de la lista, a una gran distancia del resto. Sin embargo, el despegue económico registrado desde 1995 también es evidente usando este indicador, pese a que en los años más duros de la recesión Irlanda perdió su primer puesto para, posteriormente, recuperarlo en 2015.
Pese a los efectos económicos claramente positivos que ha
propiciado la rebaja de Sociedades, el Gobierno del PP ha anunciado
recientemente un nuevo hachazo fiscal via Impuesto de Sociedades para lograr
ajustarse al déficit, tal y como exige Bruselas.
Parece claro que tratar de elevar la recaudación de este
impuesto en 6.000 millones, tal y como propone el Gobierno en funciones,
mientras que un vecino como Irlanda baja el Impuesto de Sociedades a la mitad,
constituye una invitación a las empresas a emigrar hacia países con una
fiscalidad menos opresiva.
El déficit no constituye en absoluto una excusa para esta
nueva subida fiscal, ya que el Gobierno podría negarse a subir este impuesto y
recortar el gasto, tal como hizo Irlanda en su momento. Si lo que pretendemos
es tener buenos resultados, copiemos a quienes ya los han obtenido, no hagamos
lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario