Como a Sedapal, otro engendro que Fujimori permitió que subsista y que ya vimos cómo genera descalabros, como esta reciente inundación en VMT. El muy tonto abortó la concesión a tan solo días de que compañías inmensas como Lyonesse de Eaux o Aguas de Barcelona entreguen sus ofertas. Y no me vengan los rojos con sus cosas, que la segunda de estas compañías administra el servicio de La Habana, en la actual dictadura castrista cubana. Sedapal y sus pares provincianos son lo más ineficiente que tenemos en el sector público. Ya es hora de que se abra un debate inteligente para ver cómo las volvemos eficientes, pues no podemos tener a tanta gente pagando tanto por baldes de agua y a otros con tantas filtraciones en sus domicilios. Tenemos la segunda ciudad más grande del mundo en un desierto y ya es hora de que actuemos racionalmente con el recurso que más falta en nuestras ciudades. ¿Pueden creer que la ciudad de Puno está a orillas de uno de los depósitos naturales de agua dulce más grandes del mundo y su población apenas goza de este servicio por horas?
http://diariocorreo.pe/opinion/noticias/2747686/columnistas/techito-villaran
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