“Si desde hace unos días se registran filtraciones, eso quiere decir que falló el muro de contención, que luce con serios daños en su talud”, explicó a Perú21.
Sostuvo que existe un retraso en las obras. “La constructora (OAS) está atrasada con los trabajos, y lo que ha ocurrido es que el estiaje (nivel mínimo del río) acabó y el caudal aumentó antes de lo previsto”, consideró el profesional del CIP luego de inspeccionar ayer los daños.
Dijo que es probable que la erosión del río termine afectando seriamente el tramo de los túneles que se habían construido.
Por su parte, el arquitecto Juan Guerrero, dirigente de su colegio profesional, destacó que lo sucedido demuestra que no hubo previsión en la obra. “Lo peor es que podría haber una tragedia pues, en los próximos meses, el río traerá piedras, lodo y animales, que serían obstáculos para el cauce. Esto podría causar desbordes que afectarían al distrito del Rímac”, indicó. Refirió que existe un retraso en la ejecución de la inversión por parte de la constructora y que esto sería una causal para que la municipalidad rescinda el contrato. “Han ejecutado recién 36 millones de dólares de los US$370 millones planeados para estas fechas”, afirmó.
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