Primero fue el mercantilismo (en la educación universitaria)... que, en lugar de implementar un sistema de acreditación que le indique... al alumno qué nivel de enseñanza recibirá... han decidido cerrar el mercado. De esa manera podrán subir la matrícula sin preocuparse por mejorar la educación que están dando, ya que no habrá nuevos competidores para obligarlos.
Luego tuvimos una inundación... causada por burócratas jugando a empresarios. De esa forma, Sedapal decidió recordarnos lo mal que se manejan las empresas del Estado y, de paso, arruinar las fiestas a miles de ciudadanos.
Finalmente, los parlamentarios decidieron, por unanimidad, aumentarse los salarios... Con lo cual los congresistas han dado una muestra más del poco incentivo que tienen para actuar de un modo adecuado. Ello debido a que no hay renovación por tercios o distritos electorales individuales que los obliguen a rendir cuentas al electorado.
En fin, esta semana ha quedado claro que, al haber dejado a medias las reformas de mercado, el mercantilismo sigue reinando. Mientras los servicios públicos no van a mejorar en tanto no les pierdan el temor a los sindicatos y el proceso de privatización siga paralizado. Por su parte, el desprestigio de la clase política continuará aumentando hasta que se implementen reformas que los pongan al servicio de los ciudadanos. En suma, al no haber avanzado, los fantasmas nos han alcanzado y están penando.
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