Los episodios que se iniciaron en Bariloche y Campana tuvieron su onda expansiva en varios puntos del Conurbano y se reflejaron en una jornada de tensión, violencia y enfrentamientos. El mayor foco de conflicto se vivió en San Fernando donde un grupo de 300 personas armadas con piedras y palos saquearon el Carrefour ubicado en el acceso Tigre y la Ruta 202. Se enfrentaron con la Policía, volaron piedras y hubo choques con balas de goma y gases lacrimógenos. Más de veinte personas fueron detenidas. El hipermercado tenía las puertas cerradas cuando el grupo de manifestantes trató de ingresar por la fuerza, utilizando piedras y palos. La Policía que había desplegado operativos de prevención, logró que desistieran pero, así y todo, se enfrentaron con piedras, balas de goma y gases lacrimógenos. Luego, los manifestantes se subieron a la colectora de la Panamericana y desde allí siguieron tirando piedras, por lo que tuvieron que interrumpir el tránsito y hubo grandes congestionamientos en la Panamericana. En la retirada, los manifestantes rompieron la estación de servicio Esso y robaron las mercaderías. También saquearon una sodería y dos supermercados chinos de la calle Avellaneda. "Saqueron todo en cinco minutos, fue horrible, es gente de la zona", dijo una emplada de la Esso. Francisco Cáceres, de 25 años, es empleado en un local de la calle Avellaneda. "Estaban muy agresivos y me dieron un cascotazo en el ojo", contó.
Según fuentes policiales, hubo por lo menos 100 detenidos tras el raíd destructivo por robo agravado, en algunos casos y resistencia a la autoridad, en otros. Para ese entonces los saqueos se multiplicaban en el resto del Conurbano. En Virreyes, el foco de conflicto se generó en el hipermercado Coto, ubicado en la calle Blanco Encalada y Uruguay. De acuerdo a testimonios de personas que pasaban por el lugar, los saqueadores apedrearon la entrada, ingresaron por la fuerza y se llevaron mercadería. También hubo un intento de saqueo en el Walmart de Bancalari, a la altura de Don Torcuato. Un grupo de jóvenes armados con palos trató de forzar la entrada, pero lograron dispersarlos con gases lacrimógenos.
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