El auge de protestas sociales que ha experimentado China en los últimos años ha dado un giro significativo esta semana, al haberse sumado a ellas periodistas y ciudadanos que reclaman mayor libertad de expresión y democracia, lo que representa un desafío para los nuevos líderes. Cientos de personas han vuelto a manifestarse este martes en Cantón (capital de la provincia de Guangdong) para apoyar a los periodistas del Nanfang Zhoumo (Semanario del Sur), que han llevado a cabo una huelga en rechazo a la censura oficial.
Aunque las protestas en la calle han sido protagonizadas por un número pequeño de personas, tienen gran relevancia. Por un lado, porque afectan a un tema sensible para el Gobierno —la libertad de información y la democracia— y, por otro, porque han tenido un amplio eco en Internet y las redes sociales, donde proliferan estos días las muestras de simpatía a los periodistas del Nanfang Zhoumo, uno de los periódicos más liberales y respetados de China.
La reacción de Pekín no se ha hecho esperar. El Departamento de Propaganda del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) ha enviado una nota urgente a responsables del partido y medios de comunicación en la cual ratifica el poder total del PCCh sobre la prensa y acusa a "fuerzas extranjeras" de estar detrás de las movilizaciones. En ella, urge también a los funcionarios a que sigan impidiendo a los editores y redactores que expresen en Internet su apoyo a la publicación.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/08/actualidad/1357633457_539562.html
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