martes, 21 de agosto de 2012

Fritz

Hace algunas semanas, en un artículo del New York Times sobre la familia Humala, un comentarista local la llamó una versión andina de los ‘Locos Adams’, y la verdad es que no se puede negar que derrochan peculiaridad.

Así tenemos que Antauro está preso por el asesinato de 4 policías en el ‘Andahuaylazo’ y el patriarca de la familia declara frecuentemente en contra de su hijo, el mandatario. La madre, por su parte, tiene opiniones extremistas y el mayor de los hermanos, así como una hermana exiliada, son unos pleitistas que con el presidente andan siempre peleados. Ahora al benjamín de la familia (Alexis) lo han encontrado vendiéndole al Estado, pese a que está prohibido y penado que lo haga. Incluso, ni la numerosa familia de Toledo –llena de sobrinos y hermanos con ‘prontuario’–, resultó ser tan problemática para el entonces mandatario.
Por otro lado, si bien uno no escoge a sus familiares, lo que sí puede hacer es desvincularse de ellos y rápido. Lamentablemente, Ollanta Humala optó inicialmente por buscar privilegiarlos. Así, Antauro fue trasladado a una prisión militar que parecía un hotel en el campo y solo el rechazo generalizado que causó lo llevó a la Base Naval, donde siempre debió estar confinado. En tanto, Alexis, luego del viaje a Rusia para buscar negociados, en lugar de ser expulsado y desterrado del gobierno solo fue amonestado, manteniendo un perfil bajo mientras estaba lucrando. Por lo que Ollanta Humala, al no haber actuado correctamente sancionando a sus hermanos, ha sido el causante de los escándalos que lo están perjudicando. Esperamos que en esta ocasión sea ejemplar la sanción por la corrupción involucrada en este último caso; de lo contrario, el Gobierno quedará muy debilitado. Más aun, el presidente debería cortar por lo sano con familiares que le hacen tanto daño. Ya tendrá ocasión de reparar la relación familiar cuando deje el cargo.

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