La discusión parte de expertos del sector -casi siempre con poca simpatía por el gobierno de Hugo Chávez- que denuncian los supuestamente excesivos incidentes que sufren las instalaciones de la empresa. Esos técnicos, muchos exdirectivos de Pdvsa, consideran que la compañía no invierte lo suficiente en seguridad y culpa de ello a Chávez y su concepción de la firma como una herramienta fundamental en sus políticas sociales. En la empresa niegan rotundamente que eso sea cierto y niegan que lo sucedido en Amuay tenga nada que ver con falta de mantenimiento.
La refinería de Amuay, con capacidad para procesar hasta 640 mil barriles de petróleo diarios, forma parte del complejo de Paraguaná, uno de los más grandes del mundo. A causa de la explosión, registrada en la madrugada del sábado, murieron al menos 39 personas, la mayoría soldados de la Guardia Nacional, los encargados de resguardar la instalación. Eddie Ramírez, experto en el sector y responsable de la asociación civil Gente del Petróleo, dijo a BBC Mundo que se trata de una tragedia que en cierto modo se veía venir. "Nosotros hemos hecho innumerables denuncias ante la fiscalía de la cantidad de accidentes que están ocurriendo en la industria petrolera y sobre todo en las refinerías", señaló Ramírez. Según él, solamente en el complejo de la península de Paraguaná, en la última década ha habido 79 accidentes graves con un saldo de 19 fallecidos. Con el de esta madrugada, esa cifra se eleva a 43.
"El problema es que han ocurrido tantos accidentes de menor magnitud, que siempre hemos dicho que llevará a uno más grave porque se denota falta de control de las operaciones. Cuantos más accidentes siguieran ocurriendo, más probabilidades de una gran tragedia como ésta", agregó. "La situación se debe a la falta de compromiso con la seguridad en el trabajo de la directiva y alta gerencia de Pdvsa. La directiva se la pasa hablando de la construcción de viviendas de la revolución, pero no del negocio petrolero", dijo. Así, el experto critica que con Chávez, Pdvsa dedica buena parte de sus recursos a financiar la construcción de viviendas para los más necesitados y a otras políticas sociales. Algo que en la oposición consideran que genera tensiones en el flujo de caja de la empresa, que obliga a quitar recursos del mantenimiento o la inversión en ampliación de la capacidad productiva, pero que el gobierno considera la forma de que todo el pueblo venezolano se beneficie de la riqueza petrolera.
En Pdvsa, sin dejar de lamentar lo sucedido, también defienden que el negocio petrolero entraña riesgos en su propia naturaleza y instalaciones así están expuestas a eventos de estas características. El gerente de Refinación del Complejo Refinador Paraguaná, Jesús Luongo, descartó que la explosión haya ocurrido por falta de mantenimiento, ya que en eso se han invertido hasta US$6.000 millones en los últimos tres años. "Tenemos un programa bien riguroso de mantenimiento: preventivo, rutinario y mayor. Asimismo, hacemos un proceso de paradas de planta para mantenimiento y recuperar la confiabilidad de las unidades", dijo Luongo. Además, otras fuentes del sector afines al oficialismo apuntan que accidentes en la industria petrolera venezolana, incluso más devastadores, se han venido produciendo en el país mucho antes de la gestión de Chávez. Así, recuerdan la tragedia de Tejerías, cuando la perforación accidental de un gasoducto terminó con la muerte de más de medio centenar de personas. Y más allá de las fronteras venezolanas, también se puede recordar lo sucedido con BP en el Golfo de México, o que hace menos de un mes un incendio devoró una refinería de Chevron en California, con hasta un millar de atendidos por los servicios sanitarios pero sin víctimas mortales.
El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, explicó lo sucedido por una fuga de gas. "Nuestros operadores la detectaron, se creó una nube de gas más pesado que el oxígeno, se mantuvo bajo, no se dispersó y cuando los muchachos estaban colocándose los equipos para sustituir la bomba, saltó la alarma y devino la explosión", dijo el ministro mientras aclaraba que "todo eso sucedió en minutos". Desde la oposición, voces como la de Leopoldo López se apresuraron a apuntar hacia Pdvsa. "Por mala e irresponsable gerencia, Pdvsa se ha convertido en una de las peores empresas del mundo en seguridad industrial y ambiental", escribió en Twitter. Por su parte, el vicepresidente Elías Jaua afirmó que "el gobierno bolivariano asume su responsabilidad. Pero creemos que es el momento de contribuir a resolver la situación, al control y la tranquilidad de la población de los alrededores". "Se requiere mucha madurez política, mucha humanidad y mucha conciencia. La prioridad es la atención a las víctimas. Segundo, control de la situación. Ya estamos haciendo una evaluación", dijo. El presidente Chávez, al tiempo que se mostró conmovido y decretó tres días de duelo nacional, anunció la apertura de una investigación para determinar lo ocurrido. "Habrá que determinar bien, causas, efectos y tomar las acciones que haya que tomar", declaró. Por su parte, Eddie Ramírez pidió que "dada la magnitud de la tragedia", la comisión fuera ampliada e "incluya a profesionales de las universidades y del Colegio de Ingenieros para determinar las causas".
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