Hace 50 años, el 5 de agosto de 1962, el mundo del espectáculo perdió a una de sus más grandes estrellas: Marilyn Monroe. Su escultural cuerpo desnudo apareció sin vida en su cama. Los médicos alegaron suicidio, pero los fanáticos dicen que fue un asesinato. Pero de lo que si estaban seguros era que, a destiempo, una estrella se había apagado. No sólo su muerte fue todo un mito, la vida completa de Marilyn Monroe fue un misterio, marcada siempre por la controversia y el acoso de los medios de comunicación. Pero la naturalidad que mostraba ante las cámaras no permitió que su carrera se derrumbara, y hasta sus últimos momentos las pantallas mostraron su sonrisa, naturalidad, carisma e inocencia, demostrando hasta el día de hoy por qué su brillo aún resplandece.
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