sábado, 28 de julio de 2012

EL PAÍS. El FMI prevé una recesión aun más dura.

En las economías que flirtean con la intervención exterior, las recomendaciones del FMI… tienden a convertirse en ley. Es lo que enseña la historia económica más reciente. Es lo que asumió el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando subrayó, hace una semana, que las nuevas previsiones económicas del Gobierno “se parecen mucho a las que ha suministrado el FMI”. El Ejecutivo español empeoró entonces su pronóstico para alargar la recesión a 2013, con una caída del PIB del 0,5%, apenas una décima menos que lo vaticinado por el Fondo. Si hay que hacer caso a las palabras de Montoro, el Gobierno debería volver a rectificar sus cuentas. Porque eso es lo que acaba de hacer el FMI. Y no para bien: duplica la caída estimada en el PIB de 2013, hasta situarla en el -1,2%. “Las nuevas medidas de consolidación fiscal tendrán un impacto significativo en el crecimiento, sobre todo en 2013”, aducen los expertos del Fondo, en un análisis complementario al informe anual sobre España, que adelantó a mediados de junio. El efecto de esas medidas este año será más limitado, aunque también acentúa la caída del PIB (del -1,5% al -1,7%) sobre lo vaticinado por el FMI hace apenas 15 días. En aquellas previsiones sobre la economía mundial, los técnicos del Fondo avisaron de que no habían incluido el efecto de los nuevos ajustes que anunció Rajoy el 11 de julio al pronosticar un -0,6% para España en 2013. Que es lo que acaban de hacer ahora al endurecer su pronóstico de recesión. El Gobierno, sin embargo, mantuvo que sí había incorporado el impacto en sus cálculos, aunque Montoro rehuyó aclarar cómo eso era compatible con mantener casi intacta la previsión del FMI, que lo había dejado fuera fuera. Las medidas de consolidación fiscal que llevan al FMI a rebajar sus previsiones son otra demostración de la influencia creciente del Fondo, al alimón con Bruselas, en la política económica española. En el adelanto del informe anual sobre España, el FMI… recomendaba al Gobierno que subiera el IVA, bajara el sueldo de los empleados públicos y eliminara la deducción por vivienda. “De momento, no”, dijo Rajoy un día después de que se publicara aquel adelanto. El 11 de julio dijo sí a todo. En algunas cosas, como la rebaja de cotizaciones sociales a partir de 2013, fue incluso más allá que el Fondo, que aconsejaba esperar algo más. Los expertos del Fondo no solo aplauden los nuevos recortes… sino que también valoran algunas otras de las decisiones que se han concentrado en un mes muy intenso. Así, destacan que la negociación de Bruselas y el Gobierno español para establecer una senda de ajuste fiscal menos exigente (se retrasó a 2014 el objetivo de bajar el déficit del 3% del PIB) reproduce casi, de forma milimétrica, sus recomendaciones. Y que las condiciones a la banca establecidas en el memorandum del rescate al sector financiero español por el Eurogrupo se ajustan como un guante a sus propuestas. El FMI no duda en avalar la nueva estrategia del Gobierno respecto al sector –intervención multimillonaria en Bankia, incluida-, al culpar al enfoque “gradual” del Banco de España de que entidades débiles hayan seguido operando.
http://economia.elpais.com/economia/2012/07/27/actualidad/1343400827_935244.html

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