miércoles, 30 de enero de 2013

Aldo Mariátegui. Estado grifero

- Es penoso cómo el Perú no aprende de sus errores y cómo cada cierto tiempo se cae o se intenta recaer en ellos. ¿Se acuerdan de esos grifos asquerosos que teníamos antes de la privatización de las gasolineras, con surtidores de la época de Elvis Presley, con griferos con overoles asquerosos y que de mala manera te atendían de noche solo si les daba la gana y les dabas el pago exacto, con locales oscuros y sucios, con combustibles a menudo adulterados, sitios donde hasta te robaban la tapa del tanque si no estabas atento? ¿Y se acuerdan de los déficits descomunales de Petroperú, la corrupción generalizada que roía a esta empresa, los 11 mil trabajadores que llegó a tener cuando con poco más de dos mil ya puede operar? Pues bien, por lo visto el gobierno quiere desandar lo caminado hacia adelante y pretende volver al rol nefasto de "Estado empresario" de a poquitos, tal como lo demuestra este anuncio de que el Estado estudia adquirir los grifos de la compañía española Repsol, que anda de retirada de nuestro país por la crisis española y por el bajonazo económico que le infligió Argentina cuando le robó sus activos con una expropiación arbitraria. Según el ministro Merino, queremos volver a las viejas épocas del dirigismo estatal para masificar el GNV en provincias (que me dicen no funciona bien para vehículos en la Sierra) y para eso quieren volver a tener grifos... Así, de a poquitos vamos a ir regresando al estatismo. No aprendimos nada con tantas inflaciones, recesiones y problemas económicos.
- Me escribe una lectora: "Aldo, el presidente Humala afirmó hace poco que ningún país ha crecido solo exportando materias primas. Está desinformado, pues el 84% de las exportaciones de la rica Noruega (PBI per cápita de $53,470) son materias primas, como lo son el 77% de Australia, el 44% de Canadá y el 73% de Nueva Zelanda". Efectivamente. Aquí hay gente que cree que industrializar al país es muy fácil, como si la infraestructura, la educación y las leyes laborales ayudasen mucho. Como si no hubiera una feroz competencia externa y muchos productos industriales son ya casi commodities. Como si no fuese una apuesta complicada: Finlandia tuvo a Nokia como su barco estrella y de pronto esta empresa decayó tremendamente. No niego que generar valor agregado es lo más inteligente, pero no es nada fácil, y menos lo va a provocar el Estado. Ya aquí Velasco cerró el mercado con aranceles exorbitantes, creó Induperú y regaló crédito a raudales para crear "industrias" ficticias (Moraveco, las ensambladoras de autos, etc...) que quebraron apenas se les puso un poquito de competencia. Otra lección que no se aprende...

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