martes, 12 de marzo de 2013

Carlos Basombrío. Mis razones para votar NO

1. La revocatoria se distorsionó desde hace mucho. Impide gobernar con mirada en el horizonte y lleva al populismo para sobrevivir. En Lima es mucho más perversa. El número de firmas requerido es ínfimo para el tamaño de la ciudad y se puede revocar a quien obtiene un porcentaje mayor de votantes de los que tuvo en la elección y/o, dependiendo del número de votantes, ser revocada por menos de los que la eligieron.

2. Si el argumento para revocar es el de cometer errores de gestión y tener poca aprobación, tendrían que haberse ido a su casa García (¡las dos veces!) y Toledo. Obviamente no tendríamos tampoco congresistas revocadores ni jueces.
3. Villarán y su concejo han iniciado reformas en el transporte que ningún otro se atrevió. Si los dejaran podríamos tener en algunos años un transporte civilizado, ahorrando millones de horas hombre y dándole dignidad a la gente, hoy sufriendo la pesadilla cotidiana de las combis.
4. Villarán y su concejo, en asociación con inversionistas privados, están lanzando la mayor inversión en infraestructura vial. Ninguna se terminará este año, lo que es un gran mérito ya que ha puesto por delante de su popularidad la transformación de Lima. Ahí están la vía Parque Rímac, la extensión del ‘Zanjón’, la autopista Javier Prado-Aeropuerto, la vía subterránea de La Molina a Miraflores, la modernización de los intercambios de Panamericana Sur y Norte y la ampliación de la Ramiro Prialé.
5. No quiero que regrese la gente de Comunicore, del sobrevaluado ‘lentopolitano’ y las consultorías millonarias.
6. Votando NO me siento en buena compañía. La de Lourdes, Susana y PPK. Más todavía, las de Pérez de Cuellar y Vargas Llosa. Votando por el SÍ estaría con Marco Tulio, Gustavo Pacheco, Castañeda y esa dirigencia del APRA que llevó al partido a su peor crisis moral y política.

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