lunes, 25 de marzo de 2013

Luis García Miró Elguera. Chavistas, punto.


Como es patente, la improvisada, inepta alcaldesa Villarán está rodeada de los peores enemigos del progreso. Grupos totalitarios como Movadef –megáfono del senderismo–, Sutep y Patria roja –dinamiteros de la educación-, y Tierra y Libertad –la antiminería nacional- están en primera línea dentro del Concejo limeño, representados por dirigentes emblemáticos como la tal Marisa Glave, revocada regidora que se resiste a dejar el cargo –la prepotencia socialista-, aun cuando el “plan B” de Villarán contempla reincorporarla como asesora (muy bien) rentada, en caso finalmente cese en el cargo por mandato de la ley. 
El ex presidente Alan García ha fustigado, con precisión, tildando de chavista a aquel entorno villaranesco, por rasgarse las vestiduras sobre la revocatoria. “No salgan ahora a decir ´vamos a terminar con la figura de la revocación´ que justamente las personas que han sido revocadas plantearon hace años. Todas las ONG, todo el sector chavista. Yo ya no los llamo ni comunistas, ni Tierra y Libertad (…) Chavistas. Son los herederos, son las viudas de Chávez quienes plantearon esto y les ha caído encima.”, acertó el ex mandatario. Al respecto el chavismo es una corriente letal iniciada por un mesiánico –el impresentable– que fundó su movimiento a imagen y semejanza de la dictadura asesina de Fidel Castro. Sin embargo, como explica el filósofo Bernard-Henri Lévy, “Chávez gobernó amordazando a los medios de comunicación, cerrando las televisiones que le eran hostiles; sólo toleraba los sindicatos oficiales, las huelgas orquestadas por el régimen; el asesinato selectivo amparado por el régimen; la desactivación de los movimientos democráticos y populares que no tenían la suerte de estar en la línea adecuada”. “Y finalmente -señala Lévy- respecto a las mentes biempensantes que recuerdan que este nacional-populismo al menos´ ha tenido el mérito de dar de comer a los hambrientos, de curar a los más desfavorecidos y de reducir la pobreza, omiten precisar que tales reformas solo fueron posibles a costa de una huida hacia delante presupuestaria –a su vez, financiada por una renta petrolífera colosal y colosalmente incrementada por el alza del precio del petróleo- cuyo resultado fue que la economía real del país, la modernización de sus infraestructuras y equipamientos, la creación de empresas productoras de riqueza duradera, fueran sacrificadas alegremente en aras de un cesarismo que prefirió comprar la paz social antes que construir la Venezuela de mañana.” Por nuestra parte agregamos que el impresentable intentó exportar ese cáncer neo socialista al resto de Latinoamérica. Por ejemplo, al Perú, coimeando con petrodólares a nuestra clase política para someterla a su férula totalitaria, como hiciera en los años sesenta Fidel Castro, sin petrodólares pero con metralleta y muerte.
Hace bien Alan García al desmitificar a la izquierda que se ha refugiado –por ahora- en Susana Villarán, usándola de balsa para surcar los mares electorales rumbo al 2016. Ni comunista ni socialista. Sencillamente chavista. Es decir, la escoria política mundial. Eso representa el entorno izquierdistavillaranesco.
http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/chavistas-punto

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