Una encuesta realizada en 33 distritos de Lima por Coordinadora para la Inversión y el Trabajo (CIT Perú), en colaboración con la Universidad Villareal, reveló que el 46% de limeños está de acuerdo con privatizar Sedapal. En el 2005, explicó el presidente de CIT Perú, José Manuel Saavedra, solo el 25% se mostraba a favor de esta posición.
Otro de los hallazgos es el nivel de cobertura en Lima. Sedapal afirma que ya proveen de servicios al 98% de Lima, pero la encuesta indica que es un 91% los que gozan de conexión directa a la red de agua potable. Sunass, por su parte, también lleva un conteo cercano hasta el 2011.
“Esta distorsión se debe a que cuando Sedapal hace su conteo de las conexiones, contabiliza los pilones. Estos son unos caños comunitarios, donde la gente se abastece de agua por algunas horas al día y hace largas colas para eso, pero no esconexión directa a la red”, detalló Saavedra.
Además, de los 474 encuestados, el 61% cree que Lima quedará desabastecida de agua potable en los próximos años. A esto se suma otra percepción negativa sobre el consumo de agua potable: el 10% de la población dice haber tenido alguna enfermedad por consumo de agua de mala calidad.
Saavedra es un fuerte defensor de que la gestión estatal de agua y saneamiento ha fracaso. No solo por Sedapal, sino por el sistema bajo el cual funciona. Sedapal recibe inyección directa de recursos del Ejecutivo, mientras que las otrasempresas prestadoras de servicio —bajo el poder de las municipalidades— no tienen el mismo beneficio.
“No estamos en contra de quienes administran Sedapal, sino contra el sistema estatal de agua, que es ineficiente. La gran reforma que se tiene que hacer es participación privada para optimizar recursos. Si entra un actor privado, inyectará dinero y hará un plan tarifario que se vaya negociando cada cinco años con la Sunass”, agregó.
Además, destacó que también debería haber un cambio normativo sobre el concepto de este recurso. “El agua, en su estado natural —lluvia, lagos o mar— es de todos. Uno va al mar y puede llevarse toda el agua que quiera. Pero si uno pone una planta desalinizadora y procesa agua de mar para obtener agua dulce, tiene un costo y un valor económico”, finalizó.
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