Con esta afirmación de nuestro presidente Ollanta Humala a su arribo a Caracas, para las ceremonias del sepelio de su amigo el presidente Hugo Chávez, remeció a la adormecida población limeña. Con ello entendemos cuáles son los sentimientos de nuestro mandatario y no necesitamos ninguna otra explicación y no deseamos dedicarnos a resaltar las similitudes entre los dos gobernantes, pues de eso ya se encargó personalmente él mismo. Ahora lo que nos interesa es tratar de adivinar cuál irá a ser el desenvolvimiento de la política internacional y nacional a nivel regional. Evidentemente que la desaparición del mandatario venezolano trae importantes consecuencias y no creemos que tanto para Cuba, pues ellos han tenido suficientes días para haber tomado sus precauciones ante este hecho. Especialmente la Isla tiene copado totalmente el gobierno venezolano en sus diversos niveles de administración. Por lo pronto, existen más de cien mil cubanos repartidos en todas las dependencias, controlan por ejemplo la producción petrolera y todo el sistema de seguridad, especialmente a los militares que será la fuerza que en el futuro sostendrá al actual régimen venezolano. Así es que no pensamos que los cubanos se preocupen mucho ahora en que su protegido Nicolás Maduro se ha hecho nombrar presidente, dando un golpe de Estado violando la Constitución y lo expresado, públicamente en la Tv, por el propio Chávez. Con ellos, por lo pronto, no será el problema. Este será más bien para la Nicaragua de Ortega y la Bolivia de Morales que no tienen la capacidad de movimiento que sí tienen los Castro. Ellos quedarán aislados sin tener quién los apoye directamente como ha sido el caso, Ecuador tiene su propia capacidad de acción, por lo que pensamos no tiene problema. Maduro no tiene el carisma de Chávez y cuenta con menos recursos económicos, pues tiene por delante una nación con una inflación galopante y una devaluación descontrolada que ambas bordean el 30% (si es que ya no es más) y en la cual el desabastecimiento es crítico y como sus políticas generaron las destrucción del aparato productivo convirtiendo al país en dependiente para su subsistencia. De esa manera, cómo va a ayudar a los otros es una interrogante que en estos momentos se deberán estar haciendo dichos gobernantes. La euforia colectiva desarrollada hasta el extremo por Maduro durante el entierro tiene un tiempo de vida muy corto y solo sirvió para el golpe de Estado.
Evidentemente, Cristina Kirchner estará tentada a tomar la sucesión del liderazgo entre los seguidores de Chávez a nivel regional, pero sin los recursos de éste. Difícil que lo logre. Su populismo es solo para Argentina, no lo puede transpolar. Los organismos de carácter internacional que fueron impulsados por Chávez, como la Alianza Bolivariana (Casas de Alba), el CECLA (sin Estados Unidos y Canadá), la UNASUR, PETROCARIBE, y especialmente las naciones caribeñas donde ejercía su liderazgo el presidente venezolano sentirán con fuerza la ausencia de los dólares de su patrocinador y aunque Maduro desee ocupar ese lugar, su país tiene una deuda externa que sobrepasa los $200 mil millones. El asistencialismo militar que recibía Bolivia (para molestar a Chile) también se verá seriamente afectado. En fin, el reacomodo y los desafíos serán el pan de cada día y que deberán superar el desafío del proceso que recién se inicia. El tema del golpe de Estado en Venezuela será tema de otra entrega.
http://diariocorreo.pe/opinion/noticias/3758143/columnistas/hugo-chavez-un-ejemplo-a-seguir-en-el-mund
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