Creo que es sumamente importante realizar una profunda reflexión sobre qué es lo que está en juego en la revocatoria de la alcaldesa de la ciudad de Lima. En primer lugar, la señora Susana Villarán representa a la izquierda más recalcitrante del país. Si no, observemos quiénes la acompañan y son su más importante soporte: todas las agrupaciones políticas antisistema, es decir, Patria Roja; el MAS de Gregorio Santos, que en verdad es un ala de Patria Roja; el Partido Comunista del Perú (se autodenominan reformados); Tierra y Libertad, del cura Arana, cuya principal regidora es Marisa Glave; el SUTEP, ampliamente conocidos por su filiación comunista; la CGTP, manejada también por una cúpula comunista; y varios otros movimientos antimineros y antiinversión privada que ya no viene al caso mencionar. El tema es que nos enfrentamos a una decisión que irá a definir el destino político-económico del país en el futuro inmediato. Esta buena señora, que alegre y fervientemente secundó la "revolución velasquista" en sus años juveniles, con todo el daño que la misma produjo para la nación, y pese a que aún tenemos sectores que no se han recuperado del todo de dicho impacto, va a definir nuestro camino al haber aglutinado a la izquierda a su alrededor con los "ciudadanos para el cambio", aparentemente financiando su campaña en vista a las elecciones generales del 2016. Si triunfa el "No", tendremos que la plaza electoral (8 millones) más importante del país estaría en manos de la izquierda radical, lo cual facilitaría que la izquierda se pueda hacer del poder político nacional. Entonces, señores de la derecha, por una vez tengan visión política. Aquí no se trata de salvar a la pobre "Tía Bacán" ni que exista el sentimiento de que "pobrecita" no la dejan terminar. No, señores. Se le revoca por una pésima gestión sin resultados, y más bien lo que ha realizado hasta la fecha ha sido un desastre tras otro.
Ahora bien, señores de la derecha, ¿se han olvidado de "la gran transformación"? ¿Qué sucedería si el "No" prevalece? ¿No estaría nuevamente nuestro Mandatario inclinado a retornar a sus cauces? Si el "Sí" gana, es evidente que el gobierno del presidente Humala tendría una luz roja muy clara por delante que le impediría escaparse de la "hoja de ruta".
Alrededor de la alcaldesa se hallan aglutinadas fuerzas que están en contra de la inversión privada, así que si ella gana, la derecha ciega se iría quedando poco a poco sin sus fuentes de trabajo. Eso no lo están viendo, solo ven a la "Tía Bacán". La inversión minera, que es en realidad el gran motor de la economía peruana, se vería restringida a lo que está actualmente en explotación, pero olvídense de nuevos proyectos, pues ningún inversionista pensaría en invertir en una nueva Venezuela, y lo mismo harán los nacionales. Solo piensen en que estarían sentando en la silla de Pizarro a uno parecido a Gregorio Santos o el cura Arana. ¿Les parece eso interesante? Señores, hay que votar por "Sí" para prevalecer en nuestro crecimiento y desarrollo.
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