Hoy dejaré de ser entomólogo e iré a cosas serias: mañana el Congreso examinará reformar la revocatoria, en lo que parece un intento de cuasi eliminarla para goce de los ociosos Reniec, JNE, ONPEy políticos. Como diría Jack el destripador, vayamos por partes.
Tal vez a primera vista no suena congruente exigir 400 mil firmas en una Lima de millones de votantes frente al 25% en el resto, pero de allí a poner un 25% en Lima es igualar una megápolis con un villorrio. ¡Pucusana no es Lima! 400 mil firmas no es poca cosa (más aún cuando te encuentras a veces con Carlo Magno). 600 mil firmas o el 10% del electorado limeño suena a una valla cuerda. Exigir dos millones de firmas o el 25% del padrón limeño es una estupidez de burócrata o una pendejada de políticos para matar la figura. También sería un abuso exigir que sólo proceda la revocación si la votación equivale a más de la mitad de los electores del padrón en lugar de los votantes asistentes efectivos, como ahora. ¡Si algo excelente tiene la revocatoria es que tiene cierta semejanza al voto voluntario: determinan los interesados! ¡Otra “pendestupidez”! Y es un acto político; no necesita justificantes. Y el resto debería reformularse así: Si el alcalde es revocado, se van todos y nuevas elecciones (eliminando eso de escudriñar concejales), copiando a California. Allí primero se pone en la cédula si se quiere revocar o no. Si votas “SÍ”, abajo tienes la lista de quienes aspiran a sucederlo y votas en consecuencia. Así, en un solo acto revocas y eliges, como pasó con Arnold Schwarzenegger.
PD: Arbizu comete un exceso con Pastor. ¡Ya parece Artola! Se demuestra la culpabilidad y se presume la inocencia, no al revés. ¡Pedir cárcel al inicio de un proceso! ¡Dónde estamos! ¿Venezuela? ¿Congo? ¿Argentina?
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