Veamos el argumento 1. La idea es que se debilita la
institucionalidad con la posibilidad de que la gente pueda sacar autoridades,
en un escenario de fragilidad de partidos. Pero es exactamente al revés. Con
partidos sólidos, no podrían postularse los aventureros que no tienen idea qué
hacer en el cargo ni se colarían en las listas congresales los deplorables
personajes que hoy todos critican. ¿Acaso no quisiéramos revocar ipso facto a
congresistas que pepean a sus asistentes y no reconocen hijos? ¿Debilitaría eso
la institucionalidad o al contrario, la mejoraría? En ninguna actividad contar
con los mejores para desempeñar una labor, y deshacerse de los peores, debilita
a las instituciones. Al contrario, las fortalece.
...
Una anotación final: nos reiteran hasta el cansancio que
debemos educar a la gente en el ejercicio de ciudadanía y derechos en
democracia. Pero cuando por fin podemos ejercer un derecho constitucional para
interesarnos en los problemas de la polis como ciudadanos, nos acusan de
torpedear a la democracia. ¿Cómo? ¿Qué defienden los que sostienen esto? ¿La
ciudad, o sus intereses de grupo privilegiado en el poder? A ver si algún Nobel
nos resuelve el acertijo.
http://diariocorreo.pe/opinion/noticias/3480173/columnistas/revocatoria-e-institucionalidad
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