sábado, 16 de febrero de 2013

Eugenio D´Medina Lora. Revocatoria e institucionalidad

Los opositores al proceso de revocatoria en Lima han esgrimido básicamente dos argumentos, aparte del consabido de que es cara: 1) la revocatoria es mala porque debilita a la institucionalidad y a la democracia, en particular, en ausencia de un sólido sistema de partidos; y 2) la revocatoria es buena, pero solo si se echa a andar por las personas "apropiadas".
Veamos el argumento 1. La idea es que se debilita la institucionalidad con la posibilidad de que la gente pueda sacar autoridades, en un escenario de fragilidad de partidos. Pero es exactamente al revés. Con partidos sólidos, no podrían postularse los aventureros que no tienen idea qué hacer en el cargo ni se colarían en las listas congresales los deplorables personajes que hoy todos critican. ¿Acaso no quisiéramos revocar ipso facto a congresistas que pepean a sus asistentes y no reconocen hijos? ¿Debilitaría eso la institucionalidad o al contrario, la mejoraría? En ninguna actividad contar con los mejores para desempeñar una labor, y deshacerse de los peores, debilita a las instituciones. Al contrario, las fortalece.
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Una anotación final: nos reiteran hasta el cansancio que debemos educar a la gente en el ejercicio de ciudadanía y derechos en democracia. Pero cuando por fin podemos ejercer un derecho constitucional para interesarnos en los problemas de la polis como ciudadanos, nos acusan de torpedear a la democracia. ¿Cómo? ¿Qué defienden los que sostienen esto? ¿La ciudad, o sus intereses de grupo privilegiado en el poder? A ver si algún Nobel nos resuelve el acertijo.
http://diariocorreo.pe/opinion/noticias/3480173/columnistas/revocatoria-e-institucionalidad

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