miércoles, 27 de febrero de 2013

Los secretos detrás de Perú y Chile

La demanda agregada y la estabilidad institucional han sido claves. Hasta 1991, el PIB de Perú era superior al de Chile. Desde 1992, y por dos décadas, el PIB chileno superó a su vecino del norte. Pero desde 2011 el tamaño de la economía peruana volvió a sobrepasar a la chilena. El alto crecimiento peruano tiene al menos cuatro factores que lo explican. 
Primero está la productividad. El director gerente del Instituto Peruano de Economía, Miguel Palomino, afirmó que el crecimiento de 5,4% anual promedio de los últimos 20 años se basa en el alza anual promedio de 2% de la productividad total de factores, que refleja todo lo que no se explica ni por capital ni por trabajo.
En segundo lugar se encuentra la demanda interna. Hoy la inversión total bruta en Perú llega al 28% de su PIB, lo cual inyecta capacidad productiva y estímulos al consumo, planteó Juan Arturo Corrales, decano del Colegio de Economistas de Perú. Hoy Lima representa alrededor del 45% del PIB nacional, y la descentralización productiva en marcha ha homogeneizado el desarrollo del país.

El otro impulso proviene de las exportaciones, en especial, mineras y agropecuarias. Para sostener el crecimiento, una economía pequeña y abierta como el Perú requiere que en largo plazo su sector exportador crezca a un ritmo por lo menos comparable con el de la demanda interna, recordó Palomino. La vasta red de acuerdos comerciales será un pilar.
Finalmente, la estabilidad jurídica no es menor. Tenemos que ser pragmáticos para que, de manera inteligente, se minimice el impacto no deseado derivado de ser una economía atractiva para las diferentes formas de inserción de capital foráneo, apuntó Jaun José Marthans, docente de la Universidad de Piura. Para ello, la estabilidad de las reglas del juego institucionales de los últimos gobiernos han sido relevantes para captar negocios y dar optimismo a los inversionistas.
El caso chileno
Chile creció 5,6% en 2012, sólo por detrás de Perú, que habría subido 6,1% y con un desempeño absolutamente rutilante en comparación con Brasil y Argentina, cuyas economías se estancaron, con 1,1 y 1,5% respectivamente.
Los factores que confluyeron son múltiples: el consumo siguió firme; el desempleo anotó 6,5%. Con ese nivel de ocupación, el poder adquisitivo de los trabajadores subió con fuerza, alimentando el consumo. La inversión casi crece 10% aún en un contexto de grandes incertidumbres por las regulaciones ambientales a proyectos emblemáticos y las expectativas de los empresarios y de los consumidores son buenas, pese a un gobierno que no logra capitalizar en aprobación política los éxitos a nivel macroeconómico.
El empleo empujó el poder adquisitivo de los trabajadores. El consumo estuvo empujado por el sostenido dinamismo del mercado del trabajo, con una tasa de desempleo promedio el año pasado a noviembre de 6,5%.
La menor tasa de desocupación ha hecho que los sueldos suban de forma importante. Según la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), los salarios crecieron 4,3% real en 2012, más del doble del aumento de 2% que en largo plazo exhiben en Chile.
De forma creciente se incorporaron mujeres al mercado del trabajo. En 2008 la desocupación femenina era de 9,5%, tasa que había caído a 8% en los últimos datos Instituto Nacional de Estadística. En los jóvenes, el dinamismo ha sido menor, pero de todos modos la tasa de desempleo en ellos cayó desde 21,7% en 2009 hasta 17,4% este año.
En tanto, en diciembre, el índice de Percepción de la Economía (Ipec) de Adimark GfK alcanzó su mayor nivel en siete años, y el mayor salto se dio en la medición de su situación personal actual. 

1 comentario:

  1. El otro impulso proviene de las exportaciones, en especial, mineras y agropecuarias. Para sostener el crecimiento, una economía pequeña y abierta como el Perú requiere que en largo plazo su sector exportador crezca a un ritmo por lo menos comparable con el de la demanda interna, sientemunich.com/marca-mediolanum-best-brands/

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