La adquisición no va más. Luego de semanas de discusión, la petrolera estatal emitió un comunicado en el que dijo que no continuará en el proceso de compra de los activos ofertados por Repsol, que incluyen la Refinería de La Pampilla. Luego de semanas de discusión, un rumor de renuncia de Luis Castilla al Ministerio de Economía y hasta la opinión de la primera dama, terminó la incertidumbre sobre la decisión del gobierno de comprar los activos ofertados por Repsol, que incluyen la Refinería de La Pampilla.
En un comunicado, la petrolera estatal anunció que: Producto de la evaluación técnica, económica y financiera presentada por la administración de la Empresa sobre el portafolio de sus Proyectos de Inversión, en el que se incluyó la posible compra de algunos activos de REPSOL, el Directorio en sesión llevada a cabo en la fecha, acordó no continuar participando en el referido proceso.
En exclusiva para Gestion.pe, el primer exfuncionario del Gobierno en pronunciarse sobre la intención de compra de los activos de Repsol fue Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas. Sostuvo que la Refinería de La Pampilla, incluida en la oferta propuesta por la empresa española, era “el hueso” y los grifos “la carne”.
Las suspicacias sobre la posible adquisición crecieron cuando el presidente Ollanta Humala se reunió con Antonio Brufeau, presidente de Repsol, tras el gran silencio que siguió a la demostración de interés del Gobierno por la oferta española.
El análisis y las opiniones continuaron. Pablo Secada, economista jefe del IPE, propuso incluso “chatarrear La Pampilla y Talara para comprar una refinería de segunda mano”, luego de que hiciera una dura crítica a la posición de Petroperú.
El fin de semana pasado, luego de que el ministro Castilla confirmará de que el Gobierno evaluaba la posibilidad de participar en la venta de activos de Repsol, el Ministerio de Energía y Minas aprobó el Reglamento de Fortalecimiento y Modernización de Petroperú.
Al oficializar las facultades de la petrolera para participar en “todas las actividades de hidrocarburos”, incluyendo la exploración y producción, el primero en criticar la medida fue Mauricio Mulder, congresista por la bancada aprista. Él la calificó como un instrumento para la compra de Repsol, y argumentó que el Gobierno buscaría convertir a la Refinería de La Pampilla en una sucursal de Petroperú que, según el reglamento, quedaría fuera del ámbito de control del FONAFE. El titular de Energía y Minas, Jorge Merino, desmintió esta versión, pero aseguró que el Gobierno busca formas de regular precios de los combustibles sin alterar las reglas del mercado, en una entrevista al programa Agenda Política.
Hoy, la empresa estatal puso punto final a este largo debate. Como tercer punto de su comunicado agregó que se concentrará en su cartera de proyectos en curso.
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