sábado, 13 de abril de 2013

El marqués garante y su aprendiz.

El marqués garante convenció al Perú que por el bien de la democracia había que impedir que el fujimorismo regresara al poder. Por ello, garantizó que el candidato Ollanta cumpliría con "la Hoja de Ruta", enterrando para siempre "la Gran Transformación". Garantizó también que el candidato no buscaría la reelección y respetaría las formas y el fondo de la democracia. En ese momento poco le importó que el candidato hubiese sido uno de esos caudillos financiados por Chávez a los que tanto critico, ni que sus condiciones democráticas eran, cuando menos, dudosas.


Así las cosas, el marqués garante ha salido presuroso a marcar distancia con el presidente Ollanta. Primero, diciendo que la ley no permite que Nadine postule en el 2016 y luego sosteniendo que su declaración sobre Chávez como ejemplo a seguir es un disparate.
¡Qué comodidad la del marqués garante! Sin asco pretende olvidar que los garantes están obligados frente al incumplimiento de sus garantizados. ¿Qué va a hacer para remediar el daño producido? Tendrá cuando menos que salir a pedir perdón por conducir al Perú por una senda que de pronto no se ve tan democrática. Además, deberá impedir que Nadine sea candidata haciendo oposición con la misma fuerza (o rabia) con la que la hizo contra Keiko.
¿Cómo va a justificar que de pronto "la Gran Transformación" ha vuelto a la palestra con la resucitación de empresas públicas y con los discursos de Nadine, quien dejando de lado la teoría de igualdad de oportunidades, hoy propone la de igualdad de resultados. Gran diferencia entre una visión liberal y una de izquierda. En la primera se empareja la cancha para que todos compitan en base a su esfuerzo, en la segunda, el Estado reparte a todos por igual. ¡El líder libertario que terminó siendo garante de una agenda de izquierda cavernaria! ¡Y prestando dos ministros!
¿Tendrá la hidalguía el marqués garante de asumir su responsabilidad? Permítame que lo dude. Esta es una muestra de los líderes que quieren jugar a la política sin asumir responsabilidades. Y vaya coincidencia, es lo mismo a lo que juega Nadine. Haciendo política con los recursos públicos a través de la inauguración de programas sociales, o viajando en representación del país a llevar la posición del Gobierno a foros internacionales. Sin rendir cuentas, sin asumir responsabilidad alguna. Ella inaugura programas sociales, pero quien sale a responder por la fallas de esos programas son "sus" ministras. Trivelli, Salas y Jara siempre listas a dejar que Nadine se lleve las palmas y a poner el cuerpo para protegerla.
¿Sabía usted que entre agosto y diciembre Nadine apareció 12 horas y 30 minutos en el canal del Estado? Esto equivale a 10 spots de 30 segundos diarios de publicidad gratuita. Que rápido se deshicieron de sus credenciales democráticas los flamantes ministros y asesores caviares, aquellos que un día lavaban banderas contra el fujimorismo.
Nadine no está haciendo nada más que seguir el ejemplo del marqués garante. Juega a la política, cosecha éxitos y se sacude de fracasos y responsabilidades.

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