... Que Palacio haya finalmente externalizado uno de sus deseos más íntimos y preocupantes ya ha generado incertidumbre entre todo tipo de inversionistas. No parece comprender que es la dura experiencia -y no los prejuicios ideológicos- lo que hace que las intenciones de aumentar la intervención directa del Estado en la economía sean un baldazo de agua fría a la confianza de los inversionistas.El indicador de confianza empresarial del Banco Central, que había estado recuperándose pero aún no regresaba a los niveles previos a la elección de Humala, empezó a retroceder en marzo y es fácil predecir que caerá más en abril. Esto moderará el aumento de la inversión privada, el crecimiento y el bienestar en el futuro cercano. Si se fuera confirmando en los próximos trimestres el temor que genera esta noticia, es decir, que regresa un mayor intervencionismo estatal a la economía peruana, se reduciría sensiblemente el crecimiento y la mejora sostenible del bienestar de los peruanos.
Discutiremos las tres excusas a las que se recurre para justificar la eventual decisión del gobierno. Primero, que se busca evitar que la chilena ENAP acceda a este activo, supuestamente estratégico. No. ENAP está vendiendo sus activos en nuestro país para enfrentar su pésima situación financiera. Segundo, quePetroperú romperá la supuesta concertación de precios en el mercado de grifos. Si este fuera el caso, otorgarle autonomía y fortalecer a INDECOPI sería, obviamente, una política pública muy superior para lograr el mismo objetivo. Lo otro es poner al gato despensero. Tercero, que los activos son "estratégicos". ¿Los grifos? ¿La refinería que no cumple los estándares ambientales y requiere una enorme inversión sólo para poder seguir operando y que por eso nadie la quiere comprar?
¿Qué debería hacerse? Primero, aprovechar la venta de los activos restantes de Repsol Perú para atraer a otros operadores de talla mundial a nuestro país.Shell ya está de vuelta en Camisea. Eso requiere, sin embargo, apuntar exactamente en la dirección opuesta a la actual. No anunciar mayor intervencionismo estatal en el mercado en el que se desea atraer inversionistas de primer nivel. Reemplazar el segundo comité de Cómo Sea II por un consorcio liderado por un banco de inversión que colabore en el diseño y la promoción de inversión del megaproyecto.Dejar de distorsionar los precios en el mercado energético. Concretar la construcción del ducto de GLP de Pisco a Lima que reduzca la posición de dominio de quien compre los activos de Repsol en ese mercado.
La industria mundial de refinación de petróleo está en retirada: se cierran, consolidan y venden refinerías. ¿Se nos ha ocurrido pensar por qué está ocurriendo esto? ¿Realmente queremos ir a contrapelo y encargarle esa misión a PetroPerú? ¿Para qué? La agenda que parece tener el gobierno y la que debería tener son como el agua y algún "estratégico" derivado del petróleo.
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