domingo, 28 de abril de 2013
El Comercio. Editorial.
No se trata de ideologías. Se trata de realidades documentadas. Si uno toma en cuenta todo el período en que rigió el modelo de los setenta ... las cifras son abrumadoras. En 1970, el Perú tenía un 35% de su población viviendo bajo la línea de pobreza. Para 1991, el 56% de los peruanos padecía esta situación... demoró 30 años que el país volviese a recuperar el PBI per cápita que tenía cuando las reformas del velascato comenzaron a dejar sentir sus mayores efectos hacia 1974.
... desde 1974 hasta finales de la década, los salarios reales tuvieron una caída de alrededor del 35%. Por su parte, la inflación... aumentó de 6% en 1969 al 74% en 1979. Además, la productividad cayó durante la década, lo que se confabuló con los controles de precios y los impedimentos a las importaciones para generar escasez: el gobierno militar... tuvo que prohibir la compra de carne durante 15 días de cada mes.
Todo esto, para no hablar de indicadores más abstractos –y, por ejemplo, de cómo la deuda pública se incrementó del 15% del PBI en 1969 al 41,3% en 1979– y concentrarnos solo en los que se reflejan más directamente en la calidad de vida de las personas. En los indicadores, esto es, que enseñan cómo estas políticas se tradujeron, para decirlo en una sola palabra... en mucho “sufrimiento”.
La experiencia a partir del desmontaje de la economía estatista, por otro lado, ha sido la opuesta. Solo en los últimos ocho años un cuarto de la población peruana ha salido de la pobreza, habiéndose reducido el porcentaje de peruanos que la sufre al 27%. En las últimas dos décadas el PBI per cápita ha pasado de US$1.500 a US$6.700 aproximadamente. Únicamente desde el 2003 a acá el promedio de los sueldos se ha incrementado a un 7% anual. Y la inflación, que había llegado a la aberración del 7.492% anual en 1990, cerró el año pasado en 3,7%.
Por lo demás... nuestro Estado es hoy mucho más fuerte que en los setenta. ... tiene mucho mayores ingresos fiscales. Solo en la última década el presupuesto del que puede disponer cada año para apoyar a quienes tienen menores recursos ... se ha triplicado de US$15.000 millones a US$45.000 millones.
Si en algo, en fin, estamos de acuerdo con lo dicho por el presidente es en que hay que “aprender” de ambos modelos. Sí, hay que aprender. Y luego hay que usar el resultado de este aprendizaje para, uniéndolo al instinto de vida, luchar por mantenernos tan alejados como se pueda de lo que solo trajo pobreza y sufrimiento, y profundizar en el camino de lo que hace tiempo nos viene volviendo un país que tiene cada vez más oportunidades para más peruanos.
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