Pocos detalles se saben del proyecto de modernización de Pemex que el gobierno mexicano enviará al congreso en las próximas semanas. Pero las expectativas de los inversionistas extranjeros en torno a lo que pasará con el monopolio petrolero estatal son altas. ExxonMobil y Royal Dutch Shell, entre otras gigantes del negocio petrolero, han adelantado que invertirán en México si el parlamento aprueba la esperada reforma que -eso se sabe- abrirá las puertas al capital extranjero.
La reforma no sólo es necesaria sino que debió ponerse en marcha hace mucho tiempo, como bien lo saben Enrique Peña Nieto y los cuatro presidentes que lo antecedieron, quienes trataron de flexibilizar a Pemex sin lograrlo.
Con ventas por más de US$ 110.000 millones anuales, Pemex aporta un tercio del total a la caja fiscal mexicana. Esa hemorragia le significa un patrimonio negativo de --US$ 14.000 millones y que el año pasado tuviera pérdidas netas por US$ 6.000 millones. No tiene dinero para explotar los yacimientos de petróleo y gas que se descubren año tras año. Las reservas del país llegan hoy a 150.000 millones de barriles, comparables a las de Kuwait.
Pemex lleva años sin invertir. Su producción ha caído sostenidamente desde un máximo de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a su nivel actual de 2,6 millones de barriles. A ese ritmo de descenso, México perdería su relevancia como exportador de petróleo en menos de diez años. Y si aumentara al doble su actual nivel de producción y mantuviera ese nivel sin que se descubrieran nuevos yacimientos, tendría reservas para más de 80 años.
Y fueron problemas de mantenimiento -léase subinversión- los que causaron la explosión que mató a 32 personas hace un par de meses en la torre de Pemex en Ciudad de México.
Con México sentado en un creciente pozo de petróleo, nadie duda que Pemex necesita invertir, y para invertir necesita una reforma. Pero si Peña Nieto intenta una reforma que huela a privatización se va a encontrar con la oposición cerrada del congreso, incluyendo a los parlamentarios de su propio partido, el PRI. Mal que mal el PRI trabó con éxito los intentos de liberalización que intentaron los gobiernos del PAN (2000-2012)...
http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/pena-nieto-y-pemex-reducir-al-ogro-filantropico-0
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