Órganos especializados y el Ceplan vienen haciendo notar que en el Perú se necesitan aproximadamente 300 mil profesionales técnicos para el sostenimiento del crecimiento económico. Y es que, según el Reporte del IEES/SNI de junio del 2012, el 50.8% de las grandes empresas, el 45.5% de las medianas y el 34.7% de las pequeñas empresas tienen dificultades para contar con ellos.
Por otro lado, la oferta del sistema educativo peruano, que se ofrece a través de los centros de educación técnico-productiva, institutos superiores tecnológicos y algunos colegios con módulos ocupacionales, salvo excepciones, no es de calidad y tampoco responde a la demanda del mercado laboral, a la productividad y al desarrollo. Ello se debe a la falta de profesores competentes, escasez de máquinas y herramientas, flujo insuficiente de materia prima e insumos, debilidad en el diseño y desarrollo -sin participación de las empresas- de currículos modulares. Del mismo modo, a la falta de innovación científica, tecnológica y productiva, así como a la falta de prácticas preprofesionales en los centros laborales, lo cual es desfavorable no solo para los futuros técnicos, sino también para el fortalecimiento de las empresas y el sostenimiento del crecimiento económico.
Por eso es que en muchos países del mundo se vienen ejecutando modalidades innovadoras de formación técnico-profesional. Una muy reconocida y exitosa es la de la Formación Técnica Dual, siendo Alemania pionera en este enfoque pedagógico, que se desarrolla simultánea y coordinadamente, y de manera integrada, en la institución educativa y en la empresa (que tiene los adelantos tecnológicos y los recursos humanos calificados). Se trata de potenciar formación conceptual, procedimental y actitudinal (valores) mediante el ejercicio práctico de un módulo, ocupación o carrera técnica que estudia el joven. La idea es que las personas estudien y trabajen al mismo tiempo. Por ejemplo, durante la semana, dos días en la institución educativa y tres en la empresa. Todo ello contribuirá a incrementar la empleabilidad, disminuir el subempleo, luchar contra la pobreza, así como a mejorar los indicadores de competitividad.
El Senati, desde hace varias décadas, aplica exitosamente la Formación Técnica Dual. También desarrolla esta forma de enseñanza-aprendizaje el Instituto Alexander von Humboldt, en alianza con la Cámara de Comercio e Industria Peruano-Alemana.
Por lo señalado, tiene sentido que la Comisión de Educación de la Cámara de Comercio de Lima proponga que el Minedu lidere, con el apoyo del empresariado, las instituciones con experiencia en la formación dual y la cooperación internacional, un acercamiento efectivo, a fin de diseñar y ejecutar un proyecto conjunto y progresivo de Educación Técnica Dual orientado a la conversión -con carácter experimental- de por lo menos un centro de educación técnico-productiva, un instituto superior tecnológico y un colegio con variante técnica en cada región. El desafío es que al 2021 tengamos mínimo 100 instituciones educativas tecnológicas de excelencia, en el marco de una consistente relación entre Estado, mercado y empresa privada.
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