domingo, 14 de abril de 2013

PPK. Estados Unidos: Recuperación muy lenta


La economía de Estados Unidos es la más grande del mundo y es especialmente importante para las exportaciones no tradicionales del Perú, tales como confecciones y productos agroindustriales. Lamentablemente, desde que se acabó la recesión económica que acompañó la crisis financiera en 2008-2009, la recuperación en Estados Unidos ha sido la más lenta de los últimos 60 años. Eso está ocurriendo a pesar de medidas extraordinarias de expansión monetaria, que ya están llegando a sus límites operativos y están generando mucha incertidumbre sobre qué va a pasar de aquí en adelante.
Hace unos días se publicaron las nuevas cifras del empleo norteamericano, que son preocupantes. A pesar de que la cifra de un mes no es representativa, la tendencia de los últimos cuatro años muestra que muchos trabajadores se están retirando de la fuerza laboral por dos razones: una, porque no encuentran trabajo, y dos, porque los beneficios sociales del seguro de desempleo y otros subsidios son mayores que lo que puede dar un trabajo de ingresos medianos. El resultado es una tendencia a largo plazo que es realmente preocupante para el futuro de la economía norteamericana.
¿Qué está pasando? En el aspecto monetario, el banco central norteamericano -la Reserva Federal- sigue inyectando $85 mil millones al mes para comprar papel del Fisco e hipotecas a largo plazo. Esto hace que el incentivo para arreglar el problema presupuestario sea bajo y que las tasas de interés son tan bajas que los bancos no tienen mucho apetito para hacer más préstamos. La consecuencia es que el crédito al sector privado está estancado y la economía no se recupera a pesar de la inmensa expansión monetaria.
En lo fiscal las alzas de impuestos a partir de enero 2013 afectan sobre todo a las empresas familiares, que son -igual que en el Perú- la gran mayoría. El resultado de la política fiscal, combinada con las incertidumbres a largo plazo sobre una posible inflación en el futuro, hacen que la inversión privada esté estancada. La consecuencia de todo esto es una economía en los últimos años que crece muy lentamente, alrededor de 2% anual y en la actualidad aún menos, entre 0% y 1% anual. Nuestros exportadores de textiles y de agroindustria lo ven claramente todos los días, con pedidos bajos y mercados poco boyantes.
Para el Perú hay una lección en todo eso. Es que no solo hay que invertir en aumentar la capacidad productiva del país pero sobre todo hay que invertir en educación: en Estados Unidos hay un gran debate desde hace varios años sobre si el sistema educativo para la gran mayoría de la población está preparando a la fuerza laboral para ser suficientemente competitiva en el mundo. Y eso lo vemos también aquí en el Perú, a un nivel económico más bajo pero más dinámico. Al final, lo que vale es la capacidad de la población mucho más que la existencia de recursos físicos, tales como minerales y petróleo. Eso no quiere decir que no hay que desarrollar la capacidad energética y minera de nuestro país -al contrario hay que acelerarla- pero sí quiere decir que la población se debe preparar para un mundo que está en rápida evolución, en el cual los "tigres" de Asia no descansan y siguen expandiéndose y desarrollando nuevas industrias.
Otra lección de lo que pasa en Estados Unidos es que el asistencialismo crea incentivos para no buscar trabajo. Las estadísticas no mienten: aumentan los subsidios asistenciales y al mismo tiempo aumenta el desempleo. ¿Para qué esforzarme si tendiendo la mano al Estado puedo más o menos sobrevivir? Esa es una de las grandes lecciones de lo que está pasando en Europa y en Estados Unidos, y debería ser una gran lección para nosotros aquí en el Perú, donde todo está por hacerse y el asistencialismo, salvo en casos muy justificados como el de gente con discapacidades o en extrema pobreza, no conduce a una mejora del bienestar de la gran mayoría.

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