Para tapar la incapacidad de un gobierno que tiene más de 94 empresas en el sector de alimentos, que controla el 75% del mercado del café, que posee 10 centrales azucareros, 8 plantas procesadoras de leche, 11 plantes procesadoras de carne, 6 procesadoras de harina de maíz precocida, 3 fábricas de salsa de tomate, más de 11 molinos de arroz, 267 areperas, 58 panaderías, 22 mil puntos de venta, y el control del 62,6% del mercado de productos regulados y básicos, Maduro apela a las amenazas e invoca una guerra social de forma irresponsable. El Vicepresidente, en un exceso de temeridad, expresó que si continúa la situación de desabastecimiento, ‘el pueblo irá contra la oligarquía, a radicalizar aun más la revolución socialista’...
Maduro cree que asusta al país democrático con sus irresponsables amenazas. Olvida el Vicepresidente que de lo que está cansado el pueblo es de la incapacidad y la corrupción de un gobierno que controla toda la economía y no es capaz de producir algún bien. Olvida Maduro que en octubre de 2012 ocurrió un pequeño ‘Caracazo’ en el ferrocarril Ezequiel Zamora, y la causa fue los continuos retrasos en el tren que desesperan a los usuarios. Con un contexto así, solo queda rechazar de manera categórica las irresponsables afirmaciones de Nicolás Maduro quien pretende polarizar a la sociedad para levantar su candidatura, minada por su inseguridad y prepotencia. La Unidad le recuerda a Maduro que no juegue con el centauro que todos los venezolanos llevamos adentro. Lo Unidad le exige un comportamiento y lenguaje que respete al pueblo venezolano.
Venezuela observa con preocupación que la economía la dirijan personas como Giordani y Maduro en momentos tan críticos para la República. El Vicepresidente revela un desconocimiento de la economía al afirmar lo siguiente, ‘A veces caemos en eso y se llevan cuatro paquetes de azúcar, cuatro paquetes de leche y así no aguanta un país(…)si salimos todos a comprar pan, ya no va a haber pan porque el mercado funciona a un ritmo de reposición y tiene un ritmo de necesidades’.
Maduro no entiende de economía. Un mercado funciona porque los oferentes producen y los consumidores demandan, en el marco de unas reglas de juego que evitan que unos pocos controlen el mercado y que un Estado no acabe con la producción. En Venezuela, gracias a las políticas del gobierno que Maduro representa, el Estado acabó con la producción al mismo tiempo que controla al mercado. Maduro... le dice a los venezolanos que tienen que aceptar un racionamiento. Que tienen que aceptar que sus posibilidades estén restringidas porque el gobierno del cual Maduro forma parte, no es capaz de producir ni tampoco deja que otros produzcan.
La tarea de una economía es aumentar las posibilidades de los habitantes; en potenciarlos para que puedan alcanzar el bienestar que merecen, con su trabajo. Una economía no es para esclavizar a los habitantes de un país en el reino de las necesidades... El racionamiento al estilo cubano que Maduro quiere aplicar en el país va a ser rechazado por el pueblo. El Vicepresidente fustigó a los medios independientes y expresó que ‘vuelven locos a la gente’. Lo que ‘vuelve loco’ a la gente es la inflación, la escasez, el racionamiento, la poca variedad de productos que hay, y el mal vivir que representa ir a varios sitios para conseguir los productos de la canasta básica.
Ni ha pasado un mes desde que Maduro se ‘juramentó’ y puede decirse que en su corto mandato es un ‘mariscal de las derrotas’. No ha podido con la inflación, tampoco con la escasez, y mucho menos con la violencia...
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